Indiana Saintclair. ¿Dónde estamos los Protestante en América Latina?

Indiana Saintclair.

Teóloga Pentecostal

Maestrante de Teología Sistemática

Universidad Evangélica Martin Luther King Jr.

Managua, Agosto del 2018

El Ayer, el Hoy y el Mañana del Protestantismo en América Latina

Parte IV

El análisis de las tendencias presentes es un intento por discernir con sabiduría «las señales de los tiempos». Mirando a nuestro mundo y analizando la información a la luz de la revelación bíblica y la experiencia cristiana, bajo la guía del Espíritu, es posible interpretar el kairos de Dios y su proyección hacia el futuro. Como señala Howard A. Snyder: «Discernir tendencias no es profecía, pero si se lo hace con cuidado y responsabilidad puede hacer que la iglesia sea más profética en su testimonio”. Intentar responder a la cuestión de la presencia de la Iglesia en el mundo, su protagonismo presente y futuro, y considerar las mejores bases para el ministerio evangélico en el futuro en América Latina, presupone una consideración de la realidad presente y de las tendencias más relevantes que, desde esa realidad, se proyectan hacia el porvenir más o menos inmediato.

De iglesias regionales a una iglesia mundial         

Howard A. Snyder señala que muchas de las tendencias más elementales de nuestros días tienen que ver con la «globalización» de la iglesia y el mundo.’ La interdependencia e intercomunicación a nivel mundial están incrementándose de manera vertiginosa. Muchos estudiosos de las tendencias presentes y de su proyección hacia el futuro nos anticipan un mundo en el que el intercambio dinámico de la información nos permitirá sentirnos, por primera vez en la historia, parte de un solo mundo. Es evidente que está produciéndose una globalización de la economía, la información, la política y la cultura en general.  La Iglesia de hoyes también más universal que nunca antes. Se está produciendo una internacionalización de la Iglesia que, a su vez, está resultando en una verdadera revolución. Esta revolución consiste en el desplazamiento del centro de gravedad de la cristiandad, de los países del Atlántico Norte al hemisferio sur, o de lo que se conocía como el Primer Mundo al Mundo de los Dos Tercios. Este es un fenómeno nuevo en el desarrollo del cristianismo en el planeta. Es cierto que la iglesia de Jesucristo ha sido siempre «católica», o sea, universal. Pero hoy lo es más que nunca antes en toda su historia. ¿Qué significa todo esto para el futuro? Parece posible imaginar que la iglesia cristiana del futuro será mundial, étnica y culturalmente más diversa de lo que hasta ahora hemos conocido, y con más respeto mutuo por las formas de liderazgo, estilos, ministerios y tradiciones de otros.

De un crecimiento esporádico a un avivamiento global  

Una de las predicciones más sorprendentes de Naisbitt y Aburdene (que no son cristianos en el sentido evangélico) es el avivamiento espiritual del nuevo milenio. Según ellos, al despuntar el tercer milenio hay señales inconfundibles de un avivamiento religioso mundial y multidenominacional. La afluencia de jóvenes a las iglesias evangélicas latinoamericanas hoyes una indicación de esta tendencia, como lo es también el rejuvenecimiento creciente de las congregaciones. Hoy hay tres grupos cristianos que militan en China: la Iglesia Católica Romana, el Movimiento Patriótico de los Tres-Yos [Three-Self Patriotic Movement], y las iglesias subterráneas. La expresión más dinámica y de mayor crecimiento del cristianismo chino es la tercera.

Los cristianos evangélicos chinos constituyen entre el 20 y el 25% del total mundial. Sea como fuere, el resurgimiento del cristianismo en China va producir un impacto sobre toda la cristiandad. El resultado de estos factores es un avivamiento o despertar espiritual mundial y una cosecha evangelistica sin precedentes. Quienes mejor están respondiendo a este despertar espiritual global son los jóvenes. Especialmente en aquellos lugares donde se está produciendo un proceso de renovación espiritual, son los jóvenes los que marchan a la cabeza. Y el mundo hispanoparlante es uno de los que mayores posibilidades presenta hoy para el avance del cristianismo bíblico. Durante las últimas décadas Dios ha estado preparando el terreno para un derramamiento del del Espíritu Santo, que resultará en un avivamiento espiritual sin precedentes en el mundo de habla española y particularmente en América Latina. ¿Cuáles son los recursos con que contamos para vivir nuestra vida cristiana con victoria y estar firmes frente a los ataques de Satanás? Frente a un incremento evidente de la actividad demoníaca y una multiplicación de los avances sutiles del enemigo a nivel masivo, los cristianos contamos con una medida de poder espiritual nunca antes experimentada. El Señor pone a nuestro alcance todos sus recursos, si es que estamos dispuestos a vivir sometidos al señorío de Jesucristo y llenos del Espíritu Santo. El Espíritu Santo está distribuyendo entre los creyentes todos los dones espirituales y carismáticos que son necesarios para hacer frente al enemigo, en la guerra espiritual en que nos encontramos involucrados. Podemos prepararnos para la renovación espiritual y el avivamiento que viene, con la confianza plena en el poder de Dios y en la victoria final en su nombre.

De iglesia estática a Iglesia que cambian

Una de las características más notables de los tiempos presentes es la frecuencia y la velocidad con que se están produciendo los cambios. Alvin Toffler, en su libro El shock del futuro, define al cambio como «el proceso por el cual el futuro invade nuestras vidas”.  Y agrega: «La sociedad occidental ha estado atrapada en una tormenta de fuego de cambio durante los pasados 300 años. Esta tormenta, lejos de amainar, aparece ahora como adquiriendo fuerza. El cambio barre a través de los países altamente industrializados con olas de una velocidad cada vez más acelerada y de un impacto sin precedentes. Estos cambios veloces y radicales que se producen en el mundo de hoy afectan directa y profundamente a las iglesias. Algunos de ellos no son todo lo positivo que quisiéramos. Pero hay otros que, de ser asumidos como conviene, pueden significar un notable avance del Reino de Dios. Hay ciertos cambios en la vida de las iglesias, que son de carácter global y que alientan nuestra confianza en el triunfo final de la fe en Jesucristo. Como hijos e hijas de Dios, formamos parte de un pueblo en marcha, que a través de su acción comprometida con el Reino, va cumpliendo con los designios divinos para la redención de la humanidad, hasta que el Rey venga otra vez. Nos alienta saber que la fe en el Señor Jesucristo va avanzando cada día hacia nuevas fronteras, y que el Espíritu Santo está levantando nuevos apóstoles que anuncian su evangelio. Esta realidad está ocurriendo en medio de cambios verdaderamente revolucionarios en la vida de la Iglesia. ¿Cuáles son algunos de estos cambios revolucionarios que hoy están ocurriendo?

Revolución misionologica: Un cambio de eje

Uno de los cambios más sorprendentes tiene que ver con la obra misionera y la comprensión de la misión de la iglesia. En estos últimos años del siglo XX, estamos siendo testigos de la revolución misionológica más grande desde que Guillermo Carey salió para la India a fines del siglo XVIII, constituyéndose así en el «padre de las misiones modernas».  Un nuevo movimiento misionero está gestándose rápidamente. El eje de la obra misionera ya no está en el hemisferio norte, sino en el hemisferio sur. La revolución misionológica tiene que ver también con los agentes de misión. Tradicionalmente, los protagonistas de la obra misionera y los agentes pastorales han sido varones. Las mujeres han estado relegadas al papel de esposas, madres, promotoras de ofrendas, organizadoras de la oración, especialistas en la evangelización infantil, u otras funciones tenidas como más o menos secundarias dentro del ministerio. Esta situación está cambiando rápidamente en nuestros días. La ordenación de mujeres al ministerio pastoral está en aumento vertiginoso en todo el mundo.  Las congregaciones se parecerán más a una familia que a un club, más a una comunidad fraternal que a una asociación religiosa o de bien público, más a un organismo que a un culto ritual o institución eclesiástica.

Revolución teológica: Un cambio de cosmovisión

Se está produciendo un cambio profundo en la cosmovisión de los cristianos. Durante siglos hemos sido presa de una aproximación racionalista al evangelio. Las doctrinas, la ortodoxia y la comprensión razonada de la fe han sido elementos más importantes que ningún otro aspecto de la vida cristiana. . En algunos aspectos, nos parecemos más a los primeros cristianos en nuestra manera de expresar la vida de la iglesia. Algunos de estos cambios en las formas no son más que expresión de cambios más profundos en la reflexión de la fe. Parece evidente que poco a poco nos vamos moviendo de una tradición institucional a una teología del Reino. Una iglesia mundial renovada espiritualmente, demandará una teología global. Por cierto, esta no debe ser una teología uniforme para todas las personas en todos los lugares.

Revolución eclesiológica: Un cambio de relaciones

Igualmente, sorprendente es el proceso de la novedosa revolución eclesiológica, que parece estar en marcha. Desde el punto de vista eclesiológico, el protestantismo latinoamericano está dejando de ser marcadamente denominacional para configurar un protestantismo que podríamos calificar de «posdenomínacional» Las iglesias posdenominacionales que están surgiendo en América Latina parecen independientes, pero en realidad son interdependientes, puesto que están ligadas unas a otras en función de una visión compartida. Entre los elementos comunes que caracterizan al protestantismo posdenominacional latinoamericano se pueden mencionar: (1) un liderazgo nacional autóctono; (2) una trama apostólica de relaciones ministeriales e institucionales; (3) una adoración viva, entusiasta y contemporánea; (4) un fuerte énfasis sobre la oración congregacional; (5) un ministerio de poder a través de guerra espiritual, proclamación del evangelio, la liberación y la sanidad.

Revolución praxologica: Un cambio de actitud

Junto con estos cambios, se están dando otros a nivel de las actitudes de los creyentes. Tales cambios son expresión de una revolución praxiológica, es decir, en la esfera de la acción y la conducta del creyente, como expresión de su fe. Esto tiene que ver con el compromiso de cada creyente con la realidad y operatividad del Reino de Dios. La traducción a la vida de todos los días de una teología del Reino de Dios, Cristocéntrica, encarnacional y que afirma el señorío absoluto de Cristo, está produciendo cambios notables en las actitudes del cristiano. Esto significa que la salvación no es meramente una experiencia puntual de conversión en el pasado, sino una vivencia y proceso continuo, que se expresa en una permanente entrega al Señor y en un compromiso renovado de sometimiento a El cada día. Esto es lo que la Biblia llama santificación, y no es opcional para el creyente, sino expresión de su nueva naturaleza en Cristo. Para muchos cristianos evangélicos, la vida cristiana se reduce a una experiencia puntual de conversión en el pasado, sobre la que apoyan su pretensión de ser discípulos de Jesús. Pero la Biblia nos enseña que la conversión es una experiencia continua y permanente, y siempre debe expresarse en obediencia.

Fuente:

Pablo Deiros (1997). Protestantismo en América Latina. EEUU: Editorial Caribe

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