Jairo Arce Mairena. Introducción a la Espiritualidad y Ecología: en búsqueda de la armonía total

INTRODUCCIÓN

“Mowgli apoyo su cabeza en la espalda de la pantera y se durmió tan profundamente que ni siquiera despertó cuando le dejaron en la cueva donde tenía su hogar”.

“Únete a nuestras filas saltarinas que andan entre los árboles, que se mecen allá en lo alto, donde las uvas silvestres se mueven al sol”.

Rudyard Kipling

EL CONOCIDO ESCRITOR inglés Rudyard Kipling (1865 – 1936) escribió una obra titulada El Libro de la Selva,  que es a grandes rasgos, la historia del niño Mowgli, un “cachorro humano” acogido por los lobos y criado por una loba, que lo defenderá desde el principio hasta el final, en pleno corazón de la selva. La historia de la selva, el niño y los animales está inspirada o basada en un lugar real: el Parque Natural de Kanha, creado en el año 1955, ampliado en 1962 y 1970, ubicado en el estado del Madhya Pradesh, en la India Septentrional. La historia es maravillosa, alegre, divertida, emotiva y desafiante, porque sea que se lea el libro o que se vea la película infantil que lleva el mismo titulo, uno siente vivir la prodigiosidad de la selva, sabe admirar y querer a los animales protagonistas. La selva es el lugar más bonito que pueda imaginarse. Así que Mowgli aprende a vivir en armonía con los animales y la naturaleza. La selva es el hogar donde se canta, se ríe, se juega, se descansa y se pasea con la gran hermandad de la fauna y flora.

La obra de Kipling ayuda a cultivar una espiritualidad ecológica que contempla la selva natural, dejando a un lado las añoranzas de las selvas de cemento que crecen por todo los territorios de las ciudades y se ensanchan hacia las áreas protegidas. Es necesario vivir la experiencia fraternal que el niño Mowgli vivió con sus mejores amigos: ¡los animales! Hoy más que nunca esa perspectiva de vida descrita en el Libro de la Selva debe considerarse desde una espiritualidad ecológica.

El análisis, reflexión y  tratamiento de la problemática ecológica de nuestros países es una tarea que debe ser abordada con sentido de urgencia con los diversos sectores de nuestra sociedad. El interés  surge de la iniciativa  en torno a la preservación del medio ambiente que propone contribuir a la formulación de una conciencia ecológica en la comunidad nacional, la cual, todavía no existe como tal, debido fundamentalmente al hecho que ello implica un proceso de largo plazo y depende esencialmente de la educación integral y desarrollo de la cultura del pueblo, pero a la vez, se subraya las causas de una herencia acumulada de siglos de subdesarrollo y sobreexplotación de la fuerza humana y de los recursos naturales.

Debe considerarse con mayor prioridad las problemáticas de la economía y la salud, porque el medio ambiente es una realidad sistémica en la existencia humana, y de su destrucción  o cultivo depende la salud y el desarrollo cualitativo y material de la nación. Por tanto, es urgente hacer un compromiso por la reconstrucción del medio ambiente, que no se limite a la planificación y realización de seminarios o talleres (teorías), sino que incorpore también las dimensiones de la reconstrucción de la vida, de la historia y de la Casa Grande (Oikos).

La situación ecológica es uno de los serios problemas nacionales y globales que debe ser abordado a través de la práctica comunitaria, eclesial, institucional y estatal. Como cristianos poseemos un potencial diverso de gran valor para profundizar un proceso de reflexión, de diálogo y de acciones prácticas en íntima cooperación con organismos populares,  programas educativos y de desarrollo alrededor de la problemática ecológica en cada una de nuestras comunidades, iglesias, pueblos y la nación.

Así la problemática ecológica forma parte de nuestra misión cristiana y es uno de los desafíos que nos debe preocupar, tanto en el ámbito social como religioso (teológico-pastoral y ética cristiana), y nos llama a la acción de una organización consolidada para revertir el proceso de deterioro de la Creación (Ecología).

Buscando como profundizar en esa temática es que no hemos propuesto escribir el presente libro sobre misión ecológica, que toma perspectivas de la espiritualidad indígena y campesina, que son las espiritualidades pioneras en el cuido del medio ambiente.

No sólo abordamos el contenido de la espiritualidad, también analizamos los diferentes enfoque sobre la ecología, el cual nos dan pensamientos y prácticas que puedan formar parte de la misión ecológica. Desde ésta misión ecológica pretendemos motivar una re-evangelización integral que desafíe a la sociedad a respetar, cuidar y preservar los recursos naturales, flora y fauna, nuestros hermanos que fueron creados antes que el ser humano para que éste tuviera un ambiente de bienestar.

Nuestro compromiso a favor de la naturaleza no es negociable, es de vida o muerte, ya que frente a la crisis ambiental el mundo está al borde del colapso planetario, debido al inmisericorde uso de los recursos naturales. En ese sentido, la misión ecológica es una propuesta alternativa viable para hacer conciencia en los diferentes públicos, pero principalmente al liderazgo religioso indiferente ante la problemática ecológica y motivar a instituciones cristianas para que se involucren en iniciativas comunitarias con enfoque eco teológico.

El libro es una invitación para poner en práctica la misión ecológica que nos dignifica como persona, familia y comunidad. Quedan abiertas las páginas para que emprendamos juntos la misión ecológica que es el reto mayor de la iglesia, la gran deuda pendiente de los cristianos del siglo 21, pero hay que estar claros que las pasadas generaciones son responsables de la crisis ambiental presente.

Fuente: Arce Mairena, Jairo Denis. (2014). Espiritualidad y Ecología: en búsqueda de la armonía total. Managua: CIEETS

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