William Ulises Rodríguez Arce. Historia del Protestantismo en Nicaragua

William Ulises Rodríguez Arce

Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús

Licenciad o en Teología

Master en Historiador del Cristianismo

Doctor en Pedagogía

Director de la Escuela de Post Grado

Universidad Evangélica Martin Luther King Jr.

Managua, 16 de octubre de 2018

Introducción.                                                                                                         

Hablar del Protestantismo nicaragüense hoy es hablar de un movimiento muy heterogéneo en su composición orgánica, con muchas particularidades en sus prácticas sociales, doctrinarias y teológicas. No es posible describir en síntesis qué es el Protestantismo, por la diversidad de formas, pensamientos, espacios y costumbres donde llegó y se arraigó, convirtiéndose en un movimiento del Espíritu, impetuoso, diverso, sincrético, particular, singular en cada espacio y lugar.

Los diversos escritores que han tratado de describir al protestantismo han dicho lo siguiente: Para Stockwell, el Protestantismo es una reforma radical contra las deformaciones y corrupciones Históricas de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.[1] Para el teólogo René Castellanos, es una corriente del cristianismo moderno del siglo XVI, que junto a la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas orientales constituyen el conjunto total de la Religión Cristiana que vinculan sus raíces a la vida y el mensaje de Jesús.[2]

Para Georges Casalis, es una de las ramas de la inmensa y diversificada familia que constituye una corriente teológica cristiana muy variada, que enfatiza la supremacía de Jesucristo, la justificación por la sola gracia y la sola fe, la autoridad de la Biblia, el sacerdocio universal de los creyentes, la comunión cristiana y la nueva ética protestante.[3]

El Protestantismo, es un conjunto de pensamientos religiosos, originados a raíz de la Reforma Protestante, por varios actores llamados Reformadores y en un contexto europeo de convulsión religiosa, social y de confluencia de nuevas ideas, cuyo fin era reformar la Iglesia.

  1. Aspectos Teórico-metodológicos.

Cabe señalar, que cuando se escribe historia, se aprende, y este aprendizaje que se obtiene de la historia debe ser comprendido en sus propios términos, como objeto de estudio. Encontramos entonces que la palabra historia tiene dos significados, uno como acontecer y el otro como conocer. Claro está, que ésta es una construcción del conocimiento de una realidad que ya no existe, lo que se hace un poco complicado.

Sin embargo, en historia, el presente determina la visión que se tiene del pasado y esa visión nos va a dar una construcción, ya que no se puede repetir el mismo fenómeno, por consiguiente, el historiador construye el conocimiento sobre, lo que de él se descubre. En cambio, tenemos que la objetividad de la Historia es una cosa muy difícil de lograrla, puesto que no está al margen de las pasiones, de intereses de partidos, es decir, habrá confiabilidad o rigor en la obtención del conocimiento a través de métodos y técnicas, pero ya en cuanto a una validez universal, es mucho mayor la dificultad del problema.

Por lo tanto, decimos que en la Historia no existe la neutralidad, porque el conocimiento histórico que se tiene de ella, es parcial, es el método el que le da la cualidad y carácter científico a la Historia. Para el trabajo de reconstrucción de la historia de la iglesia evangélica en Nicaragua, nos parece importante, ampararnos en algunas definiciones y categorías utilizadas en dicho trabajo, las que nos sirven de marco teórico y las que solo se pueden entender en un estudio de la Historia de la Iglesia en Nicaragua. Los conceptos sobre la historia que se han venido planteando desde los clásicos griegos y romanos hasta el pensamiento historicista, positivista y marxista, son muchos. Estos han tenido la finalidad de valorar su importancia en cuanto al enfoque de historia tanto para la elaboración o construcción de la misma como para analizarla. En nuestra opinión, dependiendo del concepto de Historia que se asuma, así será la labor de investigación histórica que se realizará[4].

La palabra en su origen etimológico, significa simplemente indagación del pasado. Sin embargo, no ha sido fácil delimitar el término historia, desde el punto de vista epistemológico. Schopenhauer[5], afirma que no puede ser ciencia porque ésta siempre habla de generalizaciones, mientras no puede pasar de estudiar los individuos, los hechos únicos, irrepetibles. No obstante, Mark Bloch, gran historiador francés, señala que la historia es vieja como relato, pero muy joven como “empresa razonada de análisis”.[6] Desde el punto de vista epistemológico, encontramos en el vocablo historia, dos acepciones: “acontecimiento” y “conocimiento”.

La primera es el acontecer del ser humano en el tiempo, desde que aparece hasta nuestros días, por esta razón, la historia es humana, y por ende, el ser humano es historia. La segunda acepción se refiere a conocimiento, esto sucede cuando el ser humano hace ese registro cronológico, metódico o anecdótico, conociendo ese pasado, estudiándolo, se obtiene el conocimiento. Puesto que, la primera acepción es el acaecer del ser humano en el tiempo, en el pasado. No es el ocurrir del ser humano en el presente o en el futuro. Sino que, ese acontecer se ubica en el pasado y el ser humano conoce ese pasado de él mismo, es entonces cuando ese conocimiento se le llama Historia.

Sin embargo, partimos de que la historia no es una cuestión acabada, sino que es una evolución, evolución de la mentalidad, métodos y puntos de vista en las interpretaciones de los hechos. Cualquiera que sea el concepto, el hacer historia es siempre una aventura, la ventura de elegir a la hora de reconstruir y recontar lo que las personas y grupos humanos hacemos en nuestras relaciones con la naturaleza, las relaciones entre los géneros, las relaciones entre las sociedades, las instituciones públicas, la economía, la construcción de las culturas o las construcciones de las espiritualidades religiosas y sus formalizaciones sociales e institucionales.

Un enfoque histórico estará basado siempre en una reflexión dialéctica ante los hechos y la participación de los sujetos que actúan en un medio social, en un contexto y en una realidad histórica determinada.[7] Por lo tanto es imposible realizar un proceso de investigación histórica y sobre todo la historia de la Iglesia Evangélica en Nicaragua, sin tener conocimiento explícito de lo que entendemos por historia de los cristianismos y más aún, cómo en la historia de Nicaragua, la historia de los cristianismos (católico y protestante-evangélico), constituyen un componente indispensable para comprender las estructuraciones y re- estructuraciones de los procesos de la sociedad, las instituciones públicas, las instancias religiosas y sus respectivas inter-relaciones en Nicaragua.

Por otro lado, es aún más aventurado no estar conscientes del enfoque historiográfico que le demos, (el método, escuela de interpretación histórica), el contexto de valores, ideas, posición social y política en que se desarrolla el trabajo. Esto significa, que todo aquel que hace o reconstruye historia de Nicaragua, historia del catolicismo, historia del protestantismo, o redacta una historia holística de lo que ha sido el cristianismo como componente fundamental de la historia de Nicaragua, lo debe hacer en condiciones reales y no imaginarias, como dice el obispo Mercedes Gerardo Hernández Laguna[8], “Hay que contar la historia, de manera que sea creíble”. Aún el que hace novela histórica lo hace partiendo de lo realmente vivido y esto realmente vivido queda en la misma novela histórica irrealizada, se monta en una realidad vivida. Por esta razón, cada historiador hace historia con su propio sello personal.

En este proceso el investigador en historia, tiene ante sí los hechos históricos. En otro orden, estos hechos históricos son compartidos por los sujetos sociales que presenciaron dichos hechos históricos. Estos sujetos sociales tienen una interpretación de lo que pasó, una valoración de sus causas, el cual se transmite de forma oral, en las historias de vidas y en los testimonios.  Por otra parte, el investigador recibe un cúmulo de métodos, enfoques, puntos de vistas de historiadores, experiencias y explicaciones que constituyen el sistema de referencias para hacer Historia. Pero existe algo más, el historiador tiene el reto de tomar lo dado y hacerlo suyo, partiendo de lo que se le transmite, aplicarlo a sus investigaciones, contraponer datos, enfoques y metodología, analizar resultados o proponer un nuevo enfoque para investigar en historia, un nuevo método para abordar los hechos, analizarlos y a partir del análisis mismo presentar resultados de interpretación.

Por lo tanto, cualquiera que sea el camino, el hacer Historia es siempre una aventura, la ventura de elegir a la hora de reconstruir y recontar lo que las personas y grupos humanos hacemos en nuestras relaciones con la naturaleza, las relaciones entre los géneros, las relaciones entre las sociedades, las instituciones públicas, la organización de la economía, la construcción de la culturas o la construcciones de las espiritualidades religiosas y sus formalizaciones sociales e institucionales.

2. Algunas proyecciones históricas y estadísticas

Nicaragua está situada en el istmo centroamericano, con una superficie de 131.811 Kmts2. Su población está sobre los 6.2 millones de habitantes y su capital, Managua, concentra más del 20 % del total. El crecimiento poblacional es de 3,1 por ciento anual y un 60 por ciento de población es urbana. El promedio de personas por hogar es de 6,2 y con un índice de analfabetismo superior al 30 por ciento y la densidad de la población es de 45.5 hab/km2.

El país posee un sistema de gobierno regido por la Constitución Política de 1987 y reformada 2000, que el Art. 7 señala: «Nicaragua es una república democrática, participativa y representativa. Son órganos de gobierno el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Electoral«.

Los períodos presidenciales son de cinco años, elegidos por voto universal y directo de los ciudadanos mayores de 16 años de edad, al igual que un poder legislativo de 93 diputados. El país está dividido en 131 municipios, cuyo poder es ejercido por un alcalde.

Según el Banco Central, el PIB per cápita en 2014 fue de US$ 2,000 dólares y una tasa de desempleo estimada en 60 % de la PEA. Su exportación anual es de alrededor de U$S 1,500 millones y sus principales productos son el café, azúcar, ajonjolí, carne vacuna, pescado, oro y una pequeña industria textil/ vestuario, cuero/calzado, alimentos, madera y artesanía.

Nicaragua se divide en dos grandes regiones que poseen contrastes étnicos, sociales y religiosos. Desde el siglo XVI, la costa del Pacífico fue colonizada por los españoles y evangelizada por la iglesia Católica que a lo largo de la época colonial cultivó la intolerancia hacia otras creencias, sean éstas indígenas o protestantes y en muchas ocasiones aplico leyes inquisitoriales. Mientras tanto, la costa Atlántica, desde el siglo XVII, fue colonizada por los ingleses e incursionada por piratas, corsarios y filibusteros provenientes de países reformados, haciendo conquistas, extrayendo oro y haciendo comercio de madera con los indígenas miskitos. Siendo la Moskitia una región dominada por los ingleses, los «Hermanos Moravos» (Unitas Fratrum), apoyados por el Conde Zinzendorf llegaron en 1849 a evangelizar[9] y años después llegaron misioneros anglicanos y bautistas, haciendo de la región fuese dominantemente protestante.

En la costa del Pacífico, las primeras incursiones protestantes fueron por medio de la Sociedad Bíblica Británica realizada por el colportor valdense Francisco Penzotti quien en su recorrido por el país vendió bíblicas y entregó literatura evangélica. Sin embargo, los que llegaron para quedarse, fueron los misioneros norteamericanos en 1894, quienes ingresaron gracias a la permisión de los criollos liberales que estudiaron en Europa y habrían escuchado acerca de una fe cristiana que invitaba a la ruptura de la dependencia con Roma.

Nicaragua está ubicada dentro del área de interés geopolítico de los Estados Unidos, hecho que determinó mucho la vida política, económica y social, como también religiosa. El establecimiento del protestantismo fue encabezado por la Misión Centroamericana (1901), Misioneros Pentecostales Independientes (1912), Bautistas (1917), Apostólicos (1918), iglesia de Cristo (1928); iglesia del Nazareno (1943), iglesia de Dios (1951), misión Evangélica Pentecostal Unida (1954), iglesia Cuadrangular (1955), Misión Cristiana (1959) y otras. Todas ellas, autónomas o dependientes de las misiones extranjeras, asumieron un ideario proselitista y confrontativo con la iglesia Católica, culpándola del avasallamiento de los pueblos indígenas y de la simbiosis entre la cruz y la espada, como también por mantener en ignorancia religiosa y política al pueblo.

Según datos del PROLADES[10], el campo protestante/evangélico en 1980 representaba el 3.2 por ciento de la población. En 1990, el crecimiento era evidente y se presuponía en 18 a 20 por ciento. Según datos recientes del INDEF (1998), la población protestante adulta y bautizada se estima en sólo en 12.2 por ciento de la población, mientras que sólo el 9.6 por ciento, un porcentaje que está por debajo de su peso social, de diputados evangélicos forman parte del parlamento nicaragüense.

La característica principal del campo protestante nicaragüense es su rápido crecimiento en la década del ’80, el pluralismo doctrinal y su fragmentación. Existen más de 200 denominaciones y grupos independientes que representan una diversidad teológica, política y social. La gran mayoría pertenece a movimientos pentecostales y neo-pentecostales, con una impregnación de creencias en la guerra espiritual, la teología de la prosperidad, la sanidad divina, la glosolalia y otras creencias que están en expansión. Existen unos 4,400 templos y más de un mil campos independientes. (INDEF 1998, 11-17). Sus congregaciones son significativamente femeninas, estimadas en 62 % de mujeres y 38 de hombres[11] y con mayor densidad entre el campesinado ubicado en el Norte del país.

3 Orígenes del Protestantismo en  Nicaragua

Hemos mencionado que los orígenes del Protestantismo en Mesoamérica se marcan con la llegada de los europeos a las Antillas. En el caso de Nicaragua se tienen varios datos, hay presencia de enclaves europeos desde 1568, puritanos ingleses en 1633 en la Costa Caribe, siendo estas los indicios de la presencia protestante en Nicaragua. Según el Dr., Benjamín Cortés[12] hace un trabajo de periodización del Protestantismo que permite ubicar los orígenes del Protestantismo en Nicaragua.

Los orígenes del Protestantismo Nicaragüense se encuentran en el Protestantismo colonial Anglo- germánico, por lo tanto tienen relación con la Reforma de 1517 con el proyecto de conquista en 1502.  En 1633 los puritanos quienes vienen de la Iglesia Anglicana, realizan los primeros intentos de evangelización protestante en ese año, se establecen en Providencia y realizaron intercambio comercial con los miskitos de cabo Gracias a Dios.

A mitad del Siglo XVI, Misioneros Luteranos de Alemania llegaron al litoral del Pacífico de Nicaragua, siendo éste el primer indicio de la presencia protestante en Nicaragua. Estos misioneros fueron tomados prisioneros y juzgados por la Inquisición. En 1746 al conformarse un sistema de comercio entre los ingleses y los miskitos, clérigos anglicanos ejercieron capellanía para comerciantes ingleses y bucaneros y para autoridades inglesas y miskitas. Dándose una sucesión de sacerdotes anglicanos nombrados desde 1746 a 1777, con fines misioneros.

El Teólogo paraguayo Roberto Zub, aduce que el Protestantismo en el período de la Conquista y la Colonia se reduce a los enclaves de las potencias protestantes en el continente[13]. En 1568, desde esta fecha, los pocos protestantes estaban en las zonas de influencia inglesa, holandesa, francesa y danesa, en cambio en la zona de influencia española desde esa fecha se instalaba la persecución por medio de la Inquisición.

Se debe recordar que el fenómeno llamado Reforma Protestante y la Conquista de América Latina, son acontecimientos paralelos y de mutuas consecuencias: Martín Lutero y Hernán Cortés, nacen y mueren casi en los mismos años; mientras uno fija las 95 tesis en la iglesia de Wittemberg, el otro conquista México. Buena parte de las guerras europeas fueron, para eliminar el poder de los Príncipes Protestantes, la mayoría de estas guerras se financiaron con el oro, plata, madera y otros productos obtenidos de las colonias españolas conquistadas en Latinoamérica.

Las potencias protestantes, principalmente Inglaterra y Holanda, desde el inicio, reaccionaron enviando piratas, a las costas centroamericanas, para que interceptaran los barcos españoles cargados de oro. También introducen libros y establecen colonias en el nuevo continente.

En la segunda mitad del Siglo XVI, debido a lo anterior, Felipe II, extiende la Santa Inquisición a las colonias americanas y en 1572, llegan los Jesuitas como soldados defensores del catolicismo. Por otro lado, los reyes españoles se defienden de la Reforma Protestante enviando sacerdotes y soldados, quienes unidos reponen a la iglesia, el número de fieles y tierras que la Reforma les había conquistado en Europa. 1655, es la fecha en que surgen iglesias protestantes más permanentes, con Oliver Cromwell, se asegura la presencia de algunos enclaves ingleses, holandeses y daneses en la región del Caribe.

En la segunda mitad Siglo XIX, las creencias y las prácticas protestantes fueron experimentando un crecimiento, con la llegada de los liberales al poder. En la medida que en el continente surgían estados liberales, el protestantismo se extendía, porque admitían en sus constituciones la tolerancia de cultos no católicos. El Teólogo e historiador Dr. Jorge Pixley[14] dice que, 1748 es la fecha en que muere el Reverendo Nathan Price, quien fue designado en la primera mitad del siglo XVIII, como sacerdote misionero para la Costa Caribe, por parte de la Iglesia Anglicana Británica.

3.1. Cronología del Movimiento Protestante en Nicaragua

Aunque no tenemos toda la documentación necesaria para describir una cronología completa del Movimiento Protestante en Nicaragua, no obstante, podemos apuntar algunos elementos, que nos proporcionan una panorámica, a groso modo, de fechas de inserción de la Eclesiología nicaragüense y datos de crecimiento numérico, según citamos: La Misión Centroamericana inició su ministerio en el año 1900; los Bautistas Americanos, en 1917; los Pentecostales independientes, en 1911; y las Asambleas de Dios, en 1938.  Los adventistas establecieron su ministerio entre los criollos en la zona atlántica en 1904.[15]

Según los estudios de Clifton Hollan, en 1,960, el crecimiento del movimiento protestante fue, en términos generales, lento hasta los años 60. En 1935, la población protestante era de unos 18.726 personas. En 1,960, los protestantes pasaron a ser unos 46.776, aquí ya se registra un significativo crecimiento, en menos de 30 años de evangelización, más del 60% y en 1936, el 75% de los miembros protestantes eran de la costa Caribe, y un 25% eran latinos.  Ahora, en cambio, el 70% de los protestantes son latinos y sólo un 30% son costeños.[16]

Esta es una etapa del accionar del Espíritu Protestante que inicia con el ingreso de los primeros misioneros que arribaron al país, bajo el interés de predicar y que la gente se convirtiera al evangelio. Presentaban un nuevo pensamiento religioso, diferente que contravenía toda una tradición religiosa católica heredada de la colonia. Para Ligia Madrigal, estos primeros misioneros realizaban una tarea más de carácter ideológico en cumplimiento de una tarea profética por extender y llevar la luz del evangelio a aquellas personas que una labor económica[17].

No obstante, la presencia de estos primeros predicadores es un indicativo que se presentaba en este nuevo contexto un fenómeno renovador del pensamiento, en cuanto a lo religioso se refiere. El protestantismo se presenta en Nicaragua, como una nueva opción y una nueva forma de ser iglesia. Obviamente que este es un período de lucha, de transformaciones ideológicas. Se transformaban los viejos paradigmas y se configuraba uno nuevo, con nuevos referentes de valores y creencias como también, una nueva cosmovisión de símbolos que conmovían toda la estructura de la tradicional sociedad nicaragüense que era socialmente, religiosamente y culturalmente católica. El movimiento Protestante en Nicaragua ha tenido una expansión significativa, sobre todo en los últimos años y del lado Pentecostal. Adentrarnos en esa dinámica de extensión e inserción es la tarea que continúa.

3.2. Primeras Misiones en la Costa Caribe de Nicaragua

La Iglesia Anglicana llega en 1770. El primer esfuerzo misionero protestante de que tenemos noticias en Nicaragua fue el del laico anglicano, Christian Frederick Post de Filadelfia, a quien los indios misquitos le concedieron permiso para convivir con ellos a mediados de la década de 1770. En 1830, llega La Iglesia Metodista Wesleyana. A principios de 1800.  Envían a James Pilley, y su esposa a iniciar la nueva obra en la Costa de la Mosquitia.  Desembarcaron primero en Cabo Gracias a Dios, donde se había establecido una colonia británica en 1683, se ubicaron en Bluefields.  Después de dos años difíciles en Bluefields (1830-1832), la enfermedad y el desaliento los vencieron y volvieron a Inglaterra en 1833.

En 1849, la Iglesia Morava (los Hermanos Alemanes Unidos), enviaron tres misioneros Henrich Pfeiffer, su señora Johannes Lindberg y Ernent Kandler a Nicaragua, a instancias del rey misquito, George Augustus Frederick  llegaron a El Bluff,  la primera nativa bautizada fue Mary Waters de Bluefiels.  En 1852, se construyó la primera Iglesia Morava de Nicaragua en el centro de Bluefields.  Durante la inauguración del nuevo templo en 1855, los misioneros moravos bautizaron a la primera conversa misquita, la princesa Matilde, quien habría de ser precursora de una multitud de creyentes misquitos en el este de Nicaragua.

En el año 1850, la obra Bautista se inició entre los criollos de las Islas de Maíz al este de Bluefields. La Unión Bautista Jamaiquina fundó su primera iglesia allí en 1852, Ebenezer Baptist Church, gracias al esfuerzo de Edward Kelly, un maestro de escuela beliceño. Cuando la Sociedad Misionera Bautista Jamaicana fundó iglesias en Bluefields y Puerto Cabezas en 1832.  Los miembros eran en su mayoría inmigrantes criollos de las Islas del Maíz y de las Antillas. Los bautistas estadounidenses habían llegado a la zona pacífica de Nicaragua antes de los años veinte, del siglo XIX.

3.3. Primeras Misiones en el Pacífico de Nicaragua

El primer misionero protestante llegó al Pacífico de Nicaragua en 1892, fue Francisco Penzotti, Italo Uruguayo, colportor valdense al servicio de las Sociedades Bíblicas Británicas. Es importante destacar, que con un espíritu aventurero y apostólico recorrió varios lugares en Nicaragua, distribuyendo Biblias, en varios lugares, entre ellos, Cárdenas, Potosí, Rivas, Granada y León.  Al visitar León y Granada «por poco me comen vivo» dice Penzotti y cuando en el año 1894, murió su acompañante Wilbur  Clarence en Granada, le fue negado ser enterrado en el cementerio general por  el clero romano.[18]

Luego llegaron en el año 1900, Alfredo Benjamín de Roos, Miss Eleonor Blackmore, William Kleech, Dora Moulin, David Wilson, todos ellos pertenecían a la Misión Centroamericana (CAM) por sus siglas en ingles. En el Pacífico de Nicaragua no había ni un solo cristiano evangélico, según relato biográfico de la señora de ROOS en su autobiografía.[19] Para el año 1911, llegan los primeros pentecostales independientes, entre ellos el misionero Edward Barnes, quien escogió como campo misionero la ciudad de León, donde estableció una congregación.

En el año de 1917, llegan los bautistas a Nicaragua, la Primera Iglesia Bautista de Managua, se fundó este mismo año. Sin embargo, algunos bautistas consideran su origen en 1911, con la señorita Eleonor Blackmore, misionera quien llegó a Nicaragua en 1903 a trabajar con la Misión Centroamericana. Después de su llegada tuvo dificultades con la Misión por lo que formó un grupo independiente que en 1911, se organizó como congregación bautista bajo el pastorado de José Mendoza.

En el año 1918, llega a Nicaragua el Misionero Norteamericano que predicaba el Nombre de Jesucristo, Reverendo Robert Bass, quien hacía misión en la república de China, del cual se cree que formó parte del trabajo misionero de la Misión Apostólica de la Fe, ahí sintió el llamado de Dios para evangelizar en Centro América, llego al puerto de Corinto y se dirigió a la Ciudad de León, donde se encontraba el misionero Edward Barnes, el cual se cree pertenecía al movimiento de misionero independientes.[20]

En el año 1930, se establece en Nicaragua, la Misión Evangélica Nacional. Un pastor bautista llamado Adán Salazar tuvo problemas con uno de los misioneros bautistas, se retiró y formó un grupo independiente, tres años después, Nazario Escobar, también se retiró y se unió a Salazar. Ya en el año 1937, la Convención Bautista Nacional, se organizó, se contaba con el apoyo y dirección de 13 misioneros y ocho nacionales.

En el año de 1960, se establece la Asociación de Iglesias de Cristo de Nicaragua. Esta nace como resultado de una división ocurrida en la iglesia bautista de Masatepe, cuando un grupo de laicos se salieron de la iglesia y formaron una nueva congregación que pronto se unió a otro grupo independiente de Barrio Nuevo en Managua, que se denominaba «La Iglesia de Cristo».  Se podría decir que se trata de un movimiento laico que se desprendió de la Convención Bautista.

En el año de 1959, se establece la Iglesia Bautista Internacional. Rev. William Frank Rosser salió de Guatemala, se reubicó en el Barrio Monseñor Lezcano de Managua. Con la asistencia de Víctor Manuel Estrada, recién graduado del Instituto Bíblico Centroamericano en la Ciudad de Guatemala, empezó a evangelizar y a fundar iglesias en Managua.  La primera congregación que se fundó fue la Iglesia Bautista «El Calvario».  En 1959 en el mismo barrio Monseñor Lezcano.

En 1972, llega a Nicaragua la Iglesia Bautista, El Buen Samaritano. Fundada por Robert Tyson, quien había trabajado originalmente con la Iglesia Bautista Internacional.  En 1972 se reubicó en la región norte central donde formó varias iglesias en Condega, Estelí.

En 1948, la Misión Centroamericana se organizó, bajo liderazgo nacional, como la Federación de Iglesias Centroamericanas (FIEMCA). En 1955, La Convención de Iglesias Centroamericanas en Nicaragua, sufre una división de la Federación de Iglesias Centroamericanas y ponen fin a su relación con la Misión. En 1965, la Asociación Misionera Evangélica Nacional (AMEN). Segunda división de la Federación de Iglesias Centroamericanas, dirigido por Misael López, quien con otros varios pastores se retiró de la MCA.

En el año 1943, la Iglesia del Nazareno se estableció en Nicaragua, y organizó su Primera Iglesia en Managua en 1944.  Después de la llegada de una enfermera misionera, se abrieron varias clínicas pequeñas. En 1976, por problemas entre misioneros y obreros nacionales se da una división de la iglesia y como producto de esta división, surge La Iglesia Nacional del Nazareno.  Nótese que las primeras misiones y sus divisiones, corresponden al segmento que se denomina protestantes o liberales y el otro segmento Pentecostales o conservadores. Por ser básico para la historia incorporamos aquí conceptos de Eclesiología y Misión de Dayton.[21] , para él todas las formas de etiquetarlas son incorrectas.

3.3.1. Las Iglesias Liberales, Históricas, Protestantes

Se establecen en Latinoamérica desde 1914, son Iglesias de trasplante[22] y Nacionales de corte anglosajón, estas pueden clasificarse de la siguiente manera:

  • Tipo A: Iglesia de inmigración protestante trasplantada.
  • Tipo B: Denominación establecida entre inmigración protestante.
  • Tipo C: Denominación misionera o protestantismo nacional.

3.3.2 Las Iglesias Conservadoras, Evangélicas, no Históricas

Estas ingresan al país después de 1914. Es el vasto sector del protestantismo norteamericano, influido por los avivamientos del siglo pasado y por el “fundamentalismo teológico”. Se trata de las iglesias nacidas de la obra misionera de grupos norteamericanos (del sur y oeste) que ingresaron a América Latina luego de la Primera Guerra Mundial, que en este período intensifican su labor. Llegan a Latinoamérica  Misioneros de EEUU en gran cantidad y crecen los Obreros Nacionales.

4 El Pentecostalismo

El Pentecostalismo es una diversidad de expresiones que por ser el mover del Espíritu de Dios no puede encasillarse en un concepto, sin embargo, puede describirse de varias formas:

  1. Es un movimiento de expresión dinámica donde los Dones del Espíritu Santo, son una fuerza constitutiva y renovadora en la vida de las congregaciones y del creyente mismo.
  2. Es un movimiento donde la experiencia personal es importante y clave, porque el creyente encuentra respuestas vaciando, expresando sus múltiples necesidades a través de la Catarsis = desahogo, sintiendo el toque del Espíritu, compartiendo, amistando, sintiéndose en unidad, etc.
  3. Es un movimiento con una liturgia alegre, espontánea, que incorpora los milagros y sanación del cuerpo y del espíritu.
  4. Es un movimiento contagiante, proselitista y de crecimiento acelerado, etc.

4.1. Orígenes del Pentecostalismo Moderno.

El primer día del siglo XX marcó el comienzo de un nuevo movimiento en el cristianismo, que se propagó por todo el mundo durante los cien años siguientes. En este último siglo, más personas se identifican con este movimiento pentecostal que con cualquier otra etiqueta de la cristiandad, con excepción de la Iglesia Católica Romana. Aunque el movimiento pentecostal moderno fue un nuevo desarrollo histórico – espiritual, no era nuevo en absoluto, pero trató de restaurar la doctrina y la experiencia de los apóstoles y de la iglesia del primer siglo. Si bien en muchos aspectos tuvo éxito y en otros, la mayoría de los adherentes ha incumplido con su promesa original. Pero su final no ha llegado todavía.

Para muchos historiadores, y como Hollenweger, el iniciador del Movimiento pentecostal, fue Juan Wesley, quien en 1738, fundó la Iglesia Metodista en Inglaterra, la cual pasó a Estados Unidos alrededor del año 1740.  Como se sabe, el metodismo ejerció mucha influencia en los avivamientos religiosos que se suscitaron en ambos países y que facilitaron el movimiento de santificación o santidad. En el año 1830, este avivamiento se trasformó en una corriente renovadora que afirmaba la tradición pietista de la santidad personal, que rechazaba la mundanalidad y la frialdad de las grandes Denominaciones protestantes norteamericanas.[23]

El Doctor Manuel J. Gaxiola, comenta que Dayton sostiene que las raíces de Pentecostalismo hay que buscarlas en Juan Wesley (1703- 1791), a la vez considerar otros elementos exógenos que incorporan al  Pentecostalismo, como el fugaz movimiento, en la sociedad londinense, dirigido por Edward Irvin (1792 – 1834) de la Iglesia Reformada; su colega Alexander Scout, enseñaba que los carismas de la Iglesia Primitiva eran también para los cristianos de todos los tiempos y en 1830, la escocesa Mary Campbell, habló en otras lenguas, igual los hermanos Margaret y James McDonal , a partir de esto Irvin aceptó las Lenguas como el bautismo del Espíritu Santo y Fuego. El movimiento se llamó Iglesia Apostólica Católica.

El fervor escatológico y la ansiedad de recuperar algunas prácticas de la Iglesia Primitiva, es, inclusive en el Mormonismo (Joseph  Smith, hablaba en Lenguas) y en los Cuáqueros (Brigham, también). En Rusia en el año 1855, entre Luteranos en los años 60s y 70s hablaron en lenguas; en 1896 en Cherokee, Carolina del Norte, EEUU, hubo manifestaciones glossolálicas, entre un grupo que luego fue la base para la formación de la Iglesia de Dios (Evangelio Completo).

La teología de Juan Wesley habla de la Gracia, la Justificación concebida como obra del Espíritu y la Santificación se alcanza a base de oración: el Bautismo del Espíritu (son componentes de la teología pentecostal). En este movimiento las personas, en sus oraciones se mecían, temblaban, experimentaban calores y gritaban.[24]  El teólogo argentino, Míguez Bonino escribe: Juan Wesley, es un laico  Anglicano, desde Gran Bretaña modela las bases de una doctrina, con la que establece una iglesia autónoma en Inglaterra y en EEUU de Norteamérica (Eclesiología clásica Protestante) que, posteriormente, en el año 1740, toma el nombre de Metodista, por su sistema de enseñanza metódica.

Según lo que hemos considerado de los diversos autores, el  mover del Espíritu de Dios por medio de la Glosolalia, ha estado presente en diversas épocas, comenzando en los sucesos de Jerusalén con los 120 de la Comunidad Primitiva (Hechos Capítulo 2), pasando por los siglos posteriores en momentos de avivamientos de la Iglesia.

El Dr. Manuel Gaxiola, en dos de sus escritos, La Sana Doctrina 1989 y La serpiente y La Paloma 1994,  sostiene que el movimiento Pentecostal, conocido hasta hoy, es decir el Pentecostalismo Moderno, tiene su origen en el año 1900, con los sucesos de Topeka, aunque es conocido que habían antes de esa fecha, diversas experiencia pentecostales, sin embargo, sostiene, que es hasta el año 1900 que el movimiento se establece como tal, a partir de los sucesos de la calle Azuza y sus antecedentes años atrás con Charles Parham, nombre muy conocido por estudiosos del Pentecostalismo.

4.2. El Movimiento de misioneros Independientes

El Movimiento Misionero Independiente, ha sido considerado como los precursores del envío de misioneros norteamericanos y canadienses a todas partes del mundo. Este grupo nace como producto del avivamiento en la calle de Azuza. También teniendo como señal el hablar en otras lenguas para ir a evangelizar a todas las naciones. Además sería propio decir que, a través de su trabajo se formó una gran parte de las denominaciones que ahora conocemos. Estos eran predicadores carismáticos que no estaban bajo ninguna organización denominacional, lo que los hacía ser muy independientes y su trabajo de poco resultado, porque luego otros predicadores les causaban divisiones.

Como el periódico la Fe Apostólica y muchos informes de otros periódicos anunciaron los acontecimientos del reavivamiento de la Calle Azuza internacionalmente, miles de personas visitaron el lugar con el fin de ser testigos de primera mano. Al mismo tiempo, miles de personas salieron de la calle Azuza con la intención de evangelizar en el extranjero. G. Garr y su esposa fueron enviados de la calle Azuza como misioneros a Calcuta, India, donde lograron iniciar un pequeño reavivamiento. Los misioneros independientes creían que el hablar en lenguas les permitía poder evangelizar a otros países con idiomas diferentes.

Sin embargo, Garr contribuyó significativamente con el pentecostalismo temprano, al redefinir el hablar en otras lenguas, como evidencia de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo.  Su contribución la hizo a través de su trabajo en la redefinición de la doctrina de “evidencia bíblica”, donde plantea que el hablar en lengua es un don para el “fortalecimiento espiritual y no explícitamente para usar las nuevas lenguas para la evangelización”.

El misionero Bernt Bernsten viajó desde el norte de china hasta Estados Unidos para investigar los sucesos de la Calle Azuza, después de escuchar que la profecía bíblica de Hechos 2:4 se estaba cumpliendo. Otros visitantes dejaron el reavivamiento para ser misioneros en zonas remotas en todo el mundo. Tantos misioneros salieron de Azuza (unos treinta y ocho salieron en Octubre de 1906) que en dos años, el movimiento se había extendido a más de cincuenta países, incluyendo Gran Bretaña, Escandinavia, Alemania, Holanda, Egipto, Siria, Palestina, Sudáfrica, Hong Kong, China, Ceilán, la India, como también en América Latina. Tenemos un hecho que ejemplifica un caso: en la república de San Salvador, en 1906, llegó un misionero canadiense de nombre Frederick Mebius, uno de los primeros misioneros pentecostales modernos, y que según referencias bautizaba en el Nombre de Jesucristo, pero aparentemente sin concederle la misma importancia que esto tiene para los apostólicos, aparte de que aunque formó pequeños grupos nunca adquirieron fuerzas porque Mebius era enemigo de la organización de iglesias.

5 Contexto socio político convergencia ideológica y la alternativa protestantes (1893-1917)

El Doctor Benjamín Cortés, parte de la tesis, que en la región del Pacífico, en este período surgieron las congregaciones evangélicas de origen penzotista  y anglosajón, (Iglesias Centroamericanas y los Bautistas) las cuales se forjaron en el contexto de la revolución liberal dirigida por el General José Santos Zelaya en 1893. Las iglesias protestantes en el contexto nicaragüense, igualmente como en el contexto europeo de la reforma, surgieron como una alternativa religiosa frente a la enorme hegemonía de la Iglesia católica en el país. Cabe recalcar, que la revolución liberal en Nicaragua, abre una puerta para la introducción del protestantismo en el país, introduciendo otra forma de ser iglesia. El liberalismo, que había roto con el feudalismo, desencadenó en Nicaragua un proceso de transformaciones sociales, económicas y políticas. Estas evoluciones tenían la intensión fundamental de lograr una modernización del Estado nicaragüense e introducirse a la dinámica del mercado internacional. Por otro lado, la nueva Constitución Política de Nicaragua (1893), como marco jurídico de la revolución liberal, estaba abriendo puertas a las nuevas ideas que convergieron con los postulados del liberalismo revolucionario y el protestantismo evangélico. Es así como los pioneros evangélicos coincidieron en su pensamiento con la tesis del liberalismo y se abrieron paso, destacando una labor evangelizadora desde el istmo de Rivas hasta Chinandega, y que, a pesar de ser pocos en números y con limitados recursos materiales, sin embargo lo hicieron teniendo éxitos.

Estos líderes evangélicos en su mayoría tenían una formación liberal, por lo que además de ser líderes de base de la revolución, eran también a la vez predicadores del Evangelio. Ser liberal y ser evangélico en este contexto, eran dos dimensiones convergentes, como el ser conservador y católico en la época. Por otra parte, esta tesis se vio consolidada debido a que la misión protestante en América Latina, originalmente fue promovida por pastores y misioneros de la región del Río de la Plata Argentina e Inglaterra, todos ellos formados en la filosofía del liberalismo europeo. Así mismo, estaban profundamente influenciados por los movimientos reformistas y pietistas del siglo XIX.

Sin embargo, el crecimiento de los sectores protestantes ocasionó roces con los miembros de la Iglesia Católica, roces que se mantuvieron por un buen tiempo y que en ciertos momentos tuvieron características dramáticas. Ahora la Iglesia Católica se enfrentaba a la política gubernamental y a la influencia de la presencia protestante. Lo anterior se puso de manifiesto en publicaciones en contra de los protestantes que incluso orientaban la forma en cómo enfrentar el proselitismo que los pastores realizaban.

Tenemos el caso del Presbítero Ramón Matus, quien escribió un libro titulado: «Impugnación al Protestantismo al Alcance del Pueblo«, publicado en Granada en el año 1903. Este libro contiene una breve historia del protestantismo y en su parte final un capítulo curioso titulado: «Breve Catecismo sobre el Protestantismo«, que contiene una serie de preguntas y respuestas sobre el Protestantismo. En este libro el presbítero Matus orienta a los católicos cómo se debe contestar a los protestantes que intentan hacer proselitismo.

Al respecto, el Reverendo Arturo Parajón señala que la misionera inglesa Miss Eva Ridge que se encontraba en Granada (1907) junto a Miss Blackmore y don Guillermo Keech, publicó un folleto que tituló EL PROTESTANTISMO, «en el cual hizo brillante apología de la fe evangélica contra los escritos del Padre Ramón Ignacio Matus».

Es bueno señalar, que casi todo el período de la revolución liberal en Nicaragua, fue de auge para el protestantismo evangélico y que a pesar de los conflictos que tomaron lugar entre la revolución liberal y la iglesia morava en el Caribe de Nicaragua, en el sentido de que sus centros educativos permanecieron cerrados al establecerse el idioma español como lengua oficial. Obviamente, que en una región donde el inglés y el miskito eran las lenguas del pueblo, y de los programas educativos utilizados, esto les causó serias dificultades al protestantismo en la Costa Caribe de Nicaragua. No obstante, el protestantismo moravo y anglicano continuó creciendo en medio de las tensiones políticas. Las características principales del protestantismo que marcaron la nueva eclesiología evangélica en Nicaragua:

  1. una evangelización intensiva, personal y colectiva en casas, calles y plazas, dando a conocer la fe evangélica en la región, planteándose como alternativa frente a la religión tradicional,
  2. el servicio a los pobres para lo cual se usaban los recursos mismos de los creyentes para responder a las necesidades materiales, expresándose en ello una fraternal solidaridad a partir de la fe,
  3. la capacitación básica de los laicos en el estudio y manejo de la Biblia, lo que permitió que los laicos expresaran su fe y la compartieran a los otros y participaran en los ministerios, siguiendo de esta manera la famosa reivindicación que hizo la reforma protestante, de que los creyentes tuviesen parte esencial en el sacerdocio de la Palabra, que significa la co-participación de todos en el ministerio, fomentando a la vez una democracia participativa en el ejercicio de la fe y la vida de la comunidad;
  4. De la perspectiva social de fe y política, mantenidas en tensión pero con aspectos centrales convergentes, cuyas posiciones políticas religiosas evolucionaron en períodos sucesivos. Los evangélicos de esta generación se consideraron no solo protagonistas de una nueva fe, sino también de una revolución radical que planteó una visión nueva del ser humano y una nueva forma de ser iglesia.

5.1. Crisis, estancamiento y martirio (1918 -1940)

Después de la caída del gobierno liberal del General José Santos Zelaya en el año 1909, quien había abierto la oportunidad de recomponer aquella relación completamente dominante del pensamiento católico conservador durante los treinta años de gobiernos conservadores, el nuevo gobierno libero conservador buscaba nuevamente a reivindicar a la iglesia católica en su poder temporal. Sin embargo, la sociedad nicaragüense quien ya había asimilado las nuevas prácticas religiosas establecidas por el protestantismo, supo mantener la diferencia. Además, las nuevas leyes establecidas por el gobierno liberal le daban a la sociedad un nuevo marco jurídico en el cual se amparaban los derechos individuales de los nicaragüenses. El establecimiento del matrimonio civil contra el matrimonio eclesiástico, era una manifestación clara, donde se desplazaba todo el ritual católico de los nicaragüenses heredado por la iglesia colonial.

Sin embargo, el protestantismo evangélico experimentó una crisis profunda a raíz de la caída de la revolución liberal, debido al hecho que la Iglesia católica con la toma del nuevo gobierno conservador reasumió en gran parte la hegemonía en el país. Muchos líderes evangélicos fueron perseguidos, reprimidos, encarcelados y muertos debido a la persecución religiosa y política. Esta persecución fue tanto por sus ideas religiosas como políticas asumidas por el liderazgo evangélico. Por esta causa, la evangelización protestante experimentó extremas dificultades, los líderes evangélicos eran perseguidos y muchas congregaciones se deprimieron, por lo que su crecimiento se vio seriamente frenado, sobre todo en la región del Pacífico.

Obviamente, que esta causa justifica el lento crecimiento en esta época. La persecución que se da contra la predicación protestante por parte del brazo religioso del poder gobernante (la Iglesia Católica) es muy agresiva. Podemos mencionar entre los mártires de esta época a Margaret Seymour, asesinada cuando dirigía un culto de oración en Estelí, en 1919, y al hermano Clarence Raolev, asesinado en 1927.

Otro atentado ocurrió en Granada y fue contra la Iglesia Centroamericana.  El incidente tuvo lugar en el Barrio de Jalteva y posiblemente el año de 1920 a 1924. Con el propósito de matar a misioneros, pusieron una bomba con proyectiles que al estallar destruyó la puerta de la entrada, sin causar daños en la vida de ninguna persona, porque ninguno de los misioneros había dormido en ese apartamento.

Las fisuras estaban hechas y los espacios eran visibles, estaban allí.  La unión de los protestantes, las logias masónicas, conservadores progresistas, liberales, curas progresistas y mujeres educadoras contribuyeron durante el siglo XIX a crear procesos deshegemonizadores, poniendo así su grano de arena en la definición de las características de la sociedad y del Estado nicaragüense de fines de siglo.

En el año 1913 el Vaticano creó el vicariato apostólico en Bluefields, que comprendía desde San Juan del Norte hasta Cabo Gracias a Dios, encomendando esta misión a los frailes capuchinos. Este vicariato comenzó a abrir congregaciones en las zonas de influencia morava y anglicana, trabajo que continuaron con mayor fuerza acompañado de programas educativos y de salud. Este desarrollo de la misión católica en la Mosquitia contribuyó a limitar el crecimiento moravo y a dividir las comunidades indígenas.

Las restricciones al protestantismo evangélico y la represión socio-religiosa ocasionaron mucho sufrimiento. Los estudiantes evangélicos eran marginados en los colegios, y los trabajadores en sus centros laborales, por razones religiosas. Esta época es referido por evangélicos que experimentaron en carne propia el dolor y las dificultades, como la época de la mayor crisis, de estancamiento y de martirio, lo cual legitimó la fe evangélica, desde cuya realidad daban testimonio de su experiencia salvífica en Cristo. En este contexto se abre una nueva lucha cargada de un fuerte debate que es expresado a través de los órganos de difusión que católicos y protestantes poseían en ese momento.

Esta contienda completamente religiosa se da entre la “Acción Social”, periódico de los llamados “Liga de los caballeros católicos” y la “Antorcha” órgano oficial de la Iglesia Bautista de Nicaragua, fundado en el año 1923. Esta pugna se da a nivel internacional, en 1916 se celebró el Congreso Evangélico latinoamericano en la república de Panamá.

El Congreso Protestante de Latinoamérica de 1916 en Panamá, los de Montevideo (1925) y La Habana (1929) comenzaron a formar la conciencia del movimiento evangélico latinoamericano. El Congreso de Panamá hizo especial hincapié en la labor social de la Iglesia en América. A pesar de que en la Conferencia de Edimburgo de 1910, se había desestimado a América latina como campo misionero del cristianismo. Más adelante, el desacuerdo de la exclusión por parte de los norteamericanos, encabezados por John R. Mott, fomentó la evangelización protestante de América Latina, lo que fortalecía internacionalmente la evangelización nicaragüense.

Cabe señalar, que la Iglesia Católica pretendió siempre asegurar su estabilidad institucional y su prestigio social. En este sentido, se dio a la tarea de ir restaurando instituciones y prácticas que la enlazan con el pasado colonial. Por otro lado, mediante la renovación de la alianza entre el trono y el altar, se fue acomodando a las nuevas situaciones históricas, aunque las condiciones eran realmente distintas a la de los años de gobiernos conservadores. Sin embargo, recupera la confesionalidad católica en la constitución de 1911, que posteriormente fue declarada nonata, pero que se mantuvo hasta 1939, esta vez más por motivos sociológicos que teológicos, propios de la dinámica del poder. La tolerancia de la nueva constitución con los evangélicos se impone a través de la presencia de iglesias protestantes que ingresan al país, sobre todo en el Atlántico, que no se podía cuestionar. Esta apertura llega a molestar a católicos intolerantes.

La Iglesia Católica con la intensión de combatir a su enemigo religioso, busca consolidarse como una estructura ideológica del régimen impuesto por los Estados Unidos. Estos erigen las nuevas diócesis de Managua, Granada y Matagalpa e ingresan al país nuevas congregaciones religiosas femeninas y los religiosos de la Salle para dedicarse a la educación y la salud; luego regresan nuevamente los franciscanos y dominicos dedicándose a una amplia tarea evangelizadora a través de las giras misioneras, de la organización y fortalecimiento de las asociaciones laicales propias de cada congregación, con la intensión de combatir las ideas religiosas que los evangélicos estaban promoviendo como una nueva forma de ser cristiano.

Posiblemente la década del 20, se refleja con más intensidad las luchas entre el sector protestante evangélico y una parte del clero católico encabezado por ciertos dirigentes que toman la batuta en forma contestaría de la actividad de las misiones evangélicas. Por otro lado, la comunidad protestante responde editando artículos en diferentes publicaciones que serán los principales medios de difusión en la época: «El Protestantismo», en tiempos de la misionera Eva Ridge, «El Colaborador», del pastor José Mendoza, «La Antorcha», órgano oficial de la Convención Bautista de Nicaragua, y «El Boletín Centroamericano», órgano oficial de la Convención Centroamericana de Nicaragua.

En el sector católico tenemos una pastoral del Obispo Reyes y Balladares de Granada y que el periódico capitalino EL Comercio publicó el 3 de abril de 1921, señala lo siguiente: «La fe va debilitándose poco a poco y peligra perderse, pues los protestantes sin encontrar oposición en el sacerdote, van introduciendo sus malas doctrinas. Los pueblos sedientos de religión y de culto, ignorantes por otra parte para poder distinguir la verdad de la mentira, sin sacerdotes, están a la merced de los protestantes, quienes al principio de su propaganda anticatólica se cuidan mucho de no lastimar el instinto católico latente en las masas, y hasta les atraen con discursos y cánticos piadosos que en nada se oponen a la verdad católica…e insensiblemente hacen aceptar a los incautos”.

Al respecto el comentario del periódico fue el siguiente: son de mucha gravedad los párrafos que transcribimos. En verdad la religión católica tiene un gran competidor en estos momentos; el protestantismo va infiltrándose en el alma nacional, representada por el hombre de mañana, el niño. Y añade: «En Managua es donde se nota más la decadencia del catolicismo en todas sus órdenes».

6 El Protestantismo como coadyuvante del proceso hacia un Estado Moderno.

En 1893, el líder criollo José Santos Zelaya, inspirado en la Revolución Francesa y el liberalismo inglés, dio un golpe militar provocando una revolución social y la ruptura con el Estado conservador aliado a la iglesia Católica. Este hecho permitiría la transformación socio-económica y las leyes de culto con lo cual se sentarían las bases jurídicas para la tolerancia de ideas religiosas no católicas.

El mismo año 1893 se reformó la Constitución y con ello se suprimieron algunos privilegios de la aristocracia feudal, la cultura inquisitorial católica y se garantizó un espacio para la disidencia política y religiosa. La Constitución expreso una afinidad hacia los protestantes, masones y judíos al otorgarles libertad de conciencia y de cualquier culto. Este hecho causó furibundos ataques por parte de aquellos que consideraban atacada la religión de sus padres.

Zelaya suprimió el Concordato con el Vaticano vigente desde 1862 e inauguró la institucionalización de la triada francesa de «libertad, igualdad y fraternidad». Al abolir los privilegios, mediante los cuales el Estado sostenía económicamente al Obispo, seminarios y templos, se estaba rompiendo con la idea que el catolicismo era la «única fe y cultura válida en América Latina» (Rooy 1992, 239). Dentro del nuevo marco, se estableció la libertad de conciencia, el registro civil de las personas, los cementerios laicos y la escuela laica como instrumentos importantes de la modernización.

El nacionalismo de Zelaya también irritó a los Estados Unidos, potencia que intervino mediante la «Nota Knox», provocando su renuncia en 1909. Luego Thomas Dawson, agente especial de Estados Unidos, impuso el «Pacto Dawson» en que condicionó el reconocimiento del nuevo gobierno, obligando a promulgar una nueva Constitución y tomar préstamos de bancos estadounidenses.

El primer misionero protestante llegó al Pacífico de Nicaragua en 1892 y fue Francisco Penzotti, colportor valdense al servicio de las Sociedades Bíblicas Británicas. Al visitar León y Granada «por poco no me comen vivo» dice Penzotti y cuando en 1894 murió su acompañante Wilbur Clarence en Granada, le fue cerrado el acceso al cementerio general por el clero romano (Pixley 1988, 27/37).

Luego llegaron Alfredo Benjamín de Roos, Miss Eleonor Blackmore, William Kleech, Dora Moulin, David Wilson, Arturo Parajón y otros misioneros ingleses y norteamericanos quienes establecieron las primeras iglesias y colegios. Este movimiento inició con una lucha política, cultural y religiosa. Sus voces eran pronunciamientos en contra del dominio clerical católico y su hegemonía sobre la cultura y las prácticas que limitaban el pluralismo. Sus ideas fueron planteadas y debatidas en un contexto en que el colonialismo español colapsó como modelo ideológico y social, dando lugar al neocolonialismo norteamericano, acompañado del liberalismo que revolucionó el campo político, social, jurídico e ideológico nicaragüense.

Ligia Madrigal Mendieta, en su estudio sobre las mentalidades, afirma que en la época existía «[…] un determinismo que gravitaba muy fuertemente en el imaginario colectivo de la clase dirigente. Estaban convencidos tales señores que eran los extranjeros los dueños del secreto de la civilización y el progreso; esta actitud fue el camino que allanó la entrada de los extranjeros protestantes en Nicaragua»[25](Madrigal 1999, 89).

A finales del siglo XIX, Nicaragua se convirtió en una gran exportadora de café y junto a eso llegaron capitales extranjeros para construir rutas, vías de ferrocarril, puertos e infraestructura productiva. El teólogo José Míguez Bonino sugiere la hipótesis de que:

«En un momento en que América Latina emergía lentamente de su historia colonial y buscaba su integración al mundo moderno, el protestantismo significó un llamado al cambio, a la transformación, centrado en la esfera religiosa que repercutía en la totalidad de la vida y de la sociedad» (Bonino 1983, 21).

Para Benjamín Cortés, en este contexto «se produjo una convergencia de intereses ideológicos entre estas revoluciones (liberales) y el protestantismo ilustrado-criollo […] se ha considerado así mismo como un movimiento religioso y social que intentó contribuir a las nuevas democracias nacionales»(González, 1998, 11/12).

Los proponentes del liberalismo en América Latina, dice Sidney Rooy (1992, 240), fueron los sectores «imbuidos con la ideología antimonarquista y de libre comercio». Estos actores buscaron modelos en las sociedades pluralistas, liberadas del control eclesiástico y abierto a los vientos que soplaron después de las revoluciones americana y francesa. Estos fueron propicios a la entrada de misioneros[26] porque en su nuevo proyecto político-cultural esas corrientes estaban aliadas a las sociedades anglosajonas.

Los misioneros comulgaban con el anti-clericalismo liberal y junto a ellos lucharon por un proyecto modernizante, por la democratización económico- cultural y por los derechos individuales. Comulgaban también con la idea que los seres humanos fueron determinados para ser libres en su iniciativa económica y religiosa y apoyaron todo aquello que favoreciera el pluralismo político y la construcción de un Estado donde la primacía fuera laica[27].

Como dice Noel González «la filosofía liberal modernizante y su búsqueda del «progreso» tenía – a nivel objetivo- muchos puntos de coincidencias con la ética social y política de las misiones e iglesias que predominaban en las primeras décadas de nuestro siglo» (González 1998, 138).

Con las prédicas y llamados a la conversión, los protestantes se proponían transformar el estilo de vida cotidiana, hecho que significaba reformar la cultura católica. Los misioneros apelaban al mejoramiento de las costumbres y la moral pública, perspectiva desde la cual pretendían cultivar en los hombres y mujeres el respeto a las leyes, participativos, honestos, trabajadores y ahorrativos, argumentando que esto era posible sólo después de un cambio religioso en sus vidas. Los misioneros no planeaban un aislamiento del mundo, sino la modernización a través de una nueva mentalidad socio-religiosa al introducir «una fe superior, el progreso y la democracia» y por otro lado, pretendían «preparar al individuo para la subsistencia material y para ser más útiles para su pueblo» (Matamoros, 1984, 6).

En sus prédicas, se hacían llamados a vivir en sobriedad, a ser trabajadores disciplinados y honestos, a dejar los vicios (el licor[28], los juegos de azar y las cantinas) para ser más responsables con la familia. Con esa aparente apoliticidad, el protestantismo pretendía desarrollar al individuo, asegurar su eficacia en el trabajo e integrarlo a la nación y al mundo moderno por medio del comercio con los ingleses y norteamericanos[29]. La estrategia misionera fue apoyarse en la transformación de los hombres que gobernarían la nación y ganar un espacio político por medio del servicio social a la población carente.

Según Sidney Rooy, la concepción predominante de las iglesias latinoamericanas de la época se basaba:

            «En la creencia de que los valores espirituales y morales de la sociedad protestante serían la llave para solucionar no sólo los problemas religiosos latinoamericanos, sino también las crisis económicas (pobreza y miseria), políticas (autoritarismo y corrupción) y culturales (ignorancia y superstición)»(Rooy, 1992, 245)[30].

Este modelo de acción está asociada al cambio de los valores, razón por la cual construyeron colegios que ofrecían el conocimiento sobre los derechos ciudadanos y se proponían «sacar al pueblo de la barbarie y el oscurantismo»[31] (el colegio Bautista de Managua fue fundado en 1918). Esta fue una respuesta al Congreso de Panamá (1916) que señaló la educación como método para la extensión de las iglesias.

Speer, uno de los organizadores del Congreso afirma que «la empresa misionera protestante, con su estímulo a la educación y su llamado a la naturaleza racional del hombre, es una necesidad intelectual de América latina» (Prien 1985, 765)[32]. Los colegios también eran actos de democracia política que daban respuesta a las aspiraciones de movilidad social y un vehículo de participación política.

7 Caracterización del Protestantismo en Nicaragua.

El protestantismo en Nicaragua se caracteriza hoy por la existencia de dos corrientes bien marcadas por su énfasis teológico y doctrinario: Pentecostales y los de más antigua tradición histórica, entre los primeros tenemos  a los de las Asambleas de Dios como una de las iglesias más grande en este sector entre otros. Y en el otro grupo tenemos a los moravos, bautistas y entre ellos a los centroamericanos entre otros.

En segundo lugar, tenemos que debido a estas características este movimiento se podrían identificar otras corrientes muy bien marcadas por sus prácticas socio- políticas.

7.1. Corrientes del Protestantismo.

Entre las corrientes del Protestantismo nicaragüense uno puede identificar de acuerdo a la clasificación que los distintos escritores han hecho entre ellas tenemos:

  1. En primer lugar, tenemos un Protestantismo conservador, con inspiración en una teología conservadora con énfasis en el fundamentalismo bíblico, con poco o nada en la proyección social. Sin embargo, este grupo en su mayoría forma parte del pentecostalismo, que es una de las corrientes más fuerte en América latina.
  2. En segundo lugar, un Protestantismo liberal, con una teología más elaborada haciendo énfasis en una hermenéutica bíblica. Estos tratan de rescatar el método histórico con una reflexión en torno a la responsabilidad social. Este grupo está compuesto en su mayoría por iglesias llamadas de mayor tradición históricas, entre otras.
  3. Y por último tenemos un Protestantismo liberal y progresista. Este grupo se inspira en la teología latinoamericana de la liberación. Esto surge a partir de una práctica histórica y de la opción por los pobres. Esta corriente va con el sentido de llevar una práctica ecuménica donde el protestantismo pueda encontrar un lugar de incidencia dentro de los procesos de la sociedad. En este sector uno puede ver, iglesias de mayor tradición histórica, iglesias pentecostales y no pentecostales, es un grupo muy heterogéneo.

Dentro de las corrientes más dinámicas en cuanto a crecimiento y en cuanto a influencia que ejerce sobre la sociedad, el pentecostalismo es una de las corrientes de mayor avanzada en cuanto a crecimiento se refiere. Para tener una idea de lo que esto significa p.e. en 1950 las iglesias de mayor tradición histórica eran el 80% de la población protestante en Nicaragua, y el 20% pertenecían al pentecostalismo, hoy es a la inversa, el 80% de la población protestante pertenece al pentecostalismo y el 20% a los no pentecostales. Y lo que se puede decir a manera de percepción, es que las iglesias de mayor tradición histórica tienden o tienen la tendencia a pentecostalizarce.

Por otro lado, el protestantismo nicaragüense por ser un movimiento muy fraccionado, tiene la tendencia a ser independiente y muy nacionalista en cuanto a organización se refiere. La falta de recursos económicos hace que estos tengan cierta dependencia de las iglesias extranjeras, las cuales tienen mucha injerencia en los grupos nacionales, sobre todo en sus énfasis teológicos. Sin embargo, de manera general tanto las iglesias pentecostales como no pentecostales tienen cierta dependencia en lo económico de las iglesias extranjeras.

7.2 Tendencias principales en las corrientes teológico – social del protestantismo.

En cuanto a lo teológico, el protestantismo sobre todo en el sector pentecostal tiene la tendencia de ir hacia una reflexión teológica marcada por el fundamentalismo bíblico permeado por la teología de la prosperidad, la teología de la retribución, que es una influencia de los grandes teleevangelistas y de los movimientos neopentecostales que han incursionado al territorio nicaragüense, provenientes del norte de América.

En cuanto a lo social, el protestantismo nicaragüense ha tenido un avance muy importante para la sociedad nicaragüense. Este avance y evolución tanto en lo teológico como en lo social se da en las últimas décadas, gracias a los procesos de unidad y cooperación de las iglesias, y a iniciativas diakonales de servicio y solidaridad con el pueblo evangélico de Nicaragua. El servicio comunitario y pastoral está dirigido a los sectores más empobrecidos y desesperanzados.  La formación teológica y pastoral, la acción profética y la contribución de las iglesias a los procesos de paz y reconciliación nacional, han sido los factores esenciales en la toma de una conciencia social en el protestantismo nicaragüense.

7.3. Proyección social del Protestantismo.

En la proyección social del Protestantismo nicaragüense, ha experimentado una evolución muy importante. El contenido de su mensaje ha cambiado radicalmente, de manera que los efectos se reflejan en la sociedad nicaragüense. La integralidad del mensaje evangélico ha entendido al ser humano como un ser integral, compuesto de materia y espíritu. Su mensaje busca llenar las necesidades en toda la dimensión del ser humano como parte de la sociedad y de la iglesia. Esto ha logrado que el protestantismo se proyecte hacia estas actividades sociales. Esta contribución se da desde la perspectiva de la fe y desde la lógica del servicio. También ha procurado poner en práctica los valores éticos, sociales y humanos que son parte del ser evangélico.

Respondiendo a esta necesidad social, hoy tenemos en el país muchas organizaciones para eclesiales como Centro Intereclesial de Estudios Teológicos y Sociales (CIEETS), el Comité Evangélico Pro-Alianza Denominacional (CEPAD), PROVADENIC, HOSPITAL BAUTISTA, La Universidad Evangélica Nicaraguense, (UENIC), la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios, La UPOLI, INDEF, Mundo de Fe entre otras, instituciones que ofrecen un servicio social a la población.

También cabe señalar que existe un canal de TV Canal 21, y muchas radioemisoras en todo el país, como ONDAS DE LUZ, RADIO CEPAD,  RADIO MARANATHA, RADIO RICA, RADIO RESTAURACIÓN, RADIO ADVENSTERIO,  en Managua y otras en los departamentos. Medios de comunicación con un alto servicio social a la población. Hoy tenemos muchas denominaciones con proyectos de desarrollo, iglesias locales con pres-colares, colegios e institutos de enseñanza media. En el área teológica se cuenta con una comunidad de Institutos Bíblicos, el Seminario Teológico Bautista, la Facultad Evangélica de Teología (FEET). Lo que ha permitido que el crecimiento de la población no solo sea cuantitativo sino cualitativo también ha permitido tener un crecimiento integral, llenando las necesidades del ser humano.

Qué corrientes son más activas, uno puede ver que los que han despuntado en esto del servicio social han sido los del sector liberal y los liberales progresistas, sin embargo, tenemos que dentro del sector conservador también han tenido iniciativas de proyecciones sociales.

Sobre las diferencias obviamente que en las instituciones de enseñanza teológicas se marca una diferencia, en la reflexión bíblica- teológica, donde los sectores liberales tienen una reflexión más elaborada. Parten de la realidad, como principio hermenéutico de la teología latinoamericana, la cual ha permeado el mensaje bíblico y pastoral del protestantismo nicaragüense.

7.4. Incidencia en la sociedad de una cultura cotidiana y evangélica.

Es muy posible que se haya desarrollado con el tiempo una cultura cotidiana protestante que repercute en el día a día de los adeptos y la sociedad. Por supuesto que no se puede percibir a simple vista. Es muy difícil poder determinar si en la población protestante exista una cultura cotidiana propiamente protestante, y además que tenga repercusión en el día a día sin hacer un estudio rigurosamente científico.

Sin embargo, uno puede identificar algunos rasgos sobre lo que se podría llamar una cultura protestante. La religiosidad por ejemplo, el que todos los domingos esté en la Escuela Dominical.  El uso de nombres hebreos en las personas, Joel, Heber, Moisés, Efraín, Ezequiel, el uso de nombres en los negocios que tienen que ver con lo religioso, uno puede encontrarse con negocios que llevan el nombre: Ferretería la Fe, Farmacia el Espíritu Santo, El Milagro, el Mana, Bendición de Dios, etc.

7.5. Estrategias Protestantes en el campo político.

Antes de la década del ’90 se había implantado un modelo de participación evangélica individual y laica, centrada exclusivamente en los partidos tradicionales. Los bautistas por su naturaleza son los primeros con una participación política, aunque no es partidaria. Sin embargo, después de los 90 se va a marcar un nuevo período en el cual los pentecostales tendrán una participación activa en este campo. Su fuerza cuantitativa, motivó la iniciativa de crear un partido político para luego tener una representación evangélica en el Poder Legislativo. Es así que se da un perfil socio-cultural, religioso nuevo en la actuación político-legislativa con diputados pentecostales en el periodo legislativo 1997-2001.

Esta incursión de los evangélicos en las elecciones del ’96, fue considerado por muchos estudiosos como «la sorpresa electoral». Sin ninguna experiencia, ningún currículum y las pocas habilidades políticas de sus candidatos no convencían a nadie. Por otro lado la sorpresa fue más grande, porque la participación política de los evangélicos no venía de quienes habían militado de alguna manera en el movimiento de la teología latinoamericana de la liberación, sino del sector fundamentalista y hasta entonces opuesto a la participación política.

En este quehacer político la influencia de los evangélicos nicaragüenses se puede ver a lo largo de su participación. Han tenido un singular aporte a la lucha por las libertades de la educación laica e instituciones de carácter social y, más recientemente su lucha se concretó al organizarse en partidos políticos. Este esfuerzo los ha llevado a tener representantes ante el primer poder del Estado como es el Poder Legislativo. Sin embargo, esta participación ha creado un debate público tanto en la sociedad civil y religiosa, como en los medios de comunicación y en la sociedad entera. Debate que se ha concretado en que si los evangélicos deben o no participar en las cuestiones políticas.

El protestantismo nicaragüense hoy, tiene sus propias características, no se le puede acusar estar en contra del desarrollo, y de la modernidad, también que sean apolíticos, que tienen vínculos solo con la derecha norteamericana, que evitan el involucramiento social o político y que ofrecen apoyo únicamente a gobiernos militares. Creemos sin embargo, que al interior de Nicaragua existen estructuras, clases e ideologías antagónicas y que las iglesias y los partidos evangélicos son reflejos de estas mismas estructuras socio-culturales que predomina en la sociedad nicaragüense. La presencia y participación de los evangélicos en política es diversa y los partidos son, los resultados de un nuevo esquema de vinculación con la sociedad política, a fin de buscar como compartir de alguna manera los privilegios que ofrece el Estado a la iglesia católica.

Por otro lado, hoy los evangélicos en Nicaragua son un referente social y político muy importante. Están buscando transformaciones sociales y políticas en la sociedad nicaragüense. Como sujetos están buscando los espacios que son necesarios para ser parte de estos cambios. Por lo tanto, quieren ser tomados en cuenta a la hora de definir las estrategias económicas, sociales, políticas y culturales del Estado de Nicaragua.

Sin embargo, es bueno preguntarse lo siguiente: ¿Cuáles estrategias protestantes podemos percibir?  ¿Los partidos de inspiración evangélica qué características tienen?.

Quizás podríamos diferenciar según corrientes. Si bien es cierto que durante los últimos siglos se trató de inhibir lo religioso en las esferas públicas, remitiéndolo al ámbito de lo privado. Sin embargo, hoy nos encontramos ante el retorno masivo hacia lo religioso, lo mágico y de su importante revitalización en la vida de muchos pueblos. Observamos como lo religioso está invadiendo la escena pública y privada en el terreno de la política partidaria.

La búsqueda de una proyección de la vida está convirtiéndose hoy en una revolución silenciosa, que se manifiesta en las diversas expresiones de la fe y en los partidos políticos que nacen desde los conglomerados evangélicos. La tradición evangélica auto excluidas de la participación partidaria, en los últimos años ha sido superada, creando un nuevo clima al interior de las congregaciones y en la búsqueda de las esferas donde se deciden los destinos de la nación.

Sobre la participación política y de las cuestiones públicas de los evangélicos existen antecedentes muy significativos. Experiencia que ha llevado hacia una mayor participación en la política partidaria, como también en la formación de partidos políticos de inspiración evangélica. Parece ser que los evangélicos están buscando las transformaciones sociales y políticas de la sociedad nicaragüense. O que estén explorando nuevos horizontes, identidad o procurando ser consecuentes en contribuir a la construcción de una sociedad donde se proclamen y se respeten los ideales democráticos. Uno puede entender la lógica de su participación, pareciera que lo que se busca a manera de hipótesis, es un reconocimiento de la ética protestante ejercida en las iglesias. Que esta ética se debe expandir hacia el dominio de las nuevas esferas de la sociedad, con el fin de influir en el desarrollo de la economía, cultura, la política y la vida cotidiana.

En Nicaragua han existido muchos intentos de iniciativas de participación política por parte del sector evangélico. En la década de los noventa el tema de la política y partidos evangélicos toma cada vez más importancia en el pueblo evangélico latinoamericano, y principalmente en Nicaragua. Este nuevo fenómeno ha comenzado a gestarse dentro del protestantismo desde la década de los ochenta[33], y parece que cada vez más toma fuerza dentro de la sociedad nicaragüense.

Después de los noventa, nacen partidos políticos de inspiración evangélica. La política ha sido un espacio incursionado por los evangélicos nicaragüenses. Esta participación nace en el sector Pentecostal, que curiosamente ha sido  uno de los sectores más reacios a la participación política, aduciendo que ésta es mala, sucia y diabólica,  argumentando además, «que nadie puede servir a dos señores», al «mundo político y a Dios» (Mateo, 6:24). Estos argumentos son usados hasta hoy por quienes todavía no están convencidos de ello.

Cabe recalcar, que este fenómeno político y religioso, es producto de la iniciativa de muchos líderes protestantes latinoamericanos que inspirados por el crecimiento numérico se manifiestan con intenciones de ser una alternativa en lo que corresponde a la política. Por lo tanto han tratado de crear una fuerza concreta expresada en partidos políticos evangélicos[34]. Estas fuerzas nos reflejan dos cosas:

  1. El esfuerzo de algunos cristianos que buscan contribuir positivamente en la sociedad o el interés de buscar cuotas de poder. (Tenemos algunos ejemplos, Guatemala y el Perú y otros. El caso del Perú que en la campaña electoral del 90, Fujimori llegó al poder teniendo este a un evangélico como vicepresidente. Los guatemaltecos por su parte tuvieron su primer presidente evangélico[35]).
  2. Por otro lado tenemos que la mayoría de los analistas políticos han demostrado que estas iniciativas poco han logrado en sus intentos de encontrar un espacio de lucha en el terreno de la política partidaria, esto porque tanto cultural, religioso y sociológicamente el pueblo latinoamericano confesionalmente es católico.

Sin embargo, este fenómeno religioso, nace de carácter espontáneo y con muchas perspectivas de cambio, por tal razón, ha crecido tanto en el campo religioso como en el político electoral.  Este pensamiento de origen religioso en el ámbito de la política, podría interpretarse como un despertar de los sectores evangélicos que buscan encontrar en él, un espacio donde puedan contribuir al proceso de una nueva sociedad, como dice el Dr. W. Bautz:

           «Los evangélicos, junto con otros sectores sociales, demandan ser considerados interlocutores válidos e indispensables en el proceso de construir la sociedad del futuro en Nicaragua»[36]

Esta participación podría entenderse como opciones alternativas, en busca de respuestas de fe ante los desafíos impostergables que nos impone el ritmo de una nueva sociedad que cada día es más excluyente. Situación que nos está negando el derecho al trabajo, a la vivienda, al estudio y a la vida misma. Es posible que esto contribuya al proceso de las transformaciones sociales y políticas en la sociedad nicaragüense. Que mediante la Gracia y la fe busquen a coadyuvar a los cambios de nuestra sociedad.

El PJN es una agrupación política que se constituyó en febrero de 1992, nace como una corriente de pensamiento ideológica de centro-derecha. Este nace de la iniciativa de un grupo de evangélicos que intentan formar un partido político, dirigido por profesionales y laicos de diferentes denominaciones evangélicas, con poca o ninguna experiencia política. Este es el esfuerzo organizativo político evangélico que se ha desarrollado con claras características partidarias. Teniendo como base a un sector de las Asambleas de Dios, una de las iglesias pentecostales más numerosas y de mayor crecimiento en Nicaragua.

Después de los 90, han surgido intentos de formar agrupaciones políticas. La primera propuesta fue realizada por Benjamín Cortes con la formación de la Federación Evangélica Socialista (FES) en 1991, la cual no tuvo mucho desarrollo. Luego se formó  Partido de Justicia Nacional, (PJN) 1991 con el Doctor Cruz; el Partido Ecuménico de Rehabilitación al Agraviado (PERA) 1992 fue una propuesta del Reverendo José Miguel Torres, el Movimiento Evangélico Popular (MEP) 1992, fue conformado por el Pastor Miguel Ángel Casto; el Grupo de Convergencia (GC), 1991, conformado por Sixto Ulloa Doña, un laico bautista y partido Camino Cristiano Nicaragüense (CCN) 1996. El PJN y el CCN, lograron alcanzar sus propias personalidades jurídicas y participaron con sus propios candidatos en las elecciones de 1996.   Todos estos grupos buscaban el acceso a la arena de lo político, como nuevas alternativas en este campo. Posterior a este proceso, se desarrollaron como una división interna del CCN: el  Movimiento de Unidad Cristiana (MUC) del Pastor Omar Duarte, un líder religioso carismático, político y ahora empresarial. Otro partido salidos de las entrañas del CCN, será Alternativa Cristiana, formado por disidentes del CCN. En 2000, se formó el Movimiento Verde Ecologista, liderado por Edward Salazar Cruz, laico protestante y teologo, quien logro convertirse en miembro de la Federación de Partidos Verdes de las Américas y de la Global Green, una iniciativa basada en la ecología, la no violencia, la democracia local y la justicia social. Este Movimiento participo en las elecciones del 2006 con la Alianza Herty 2006.  El Partido de Restauración Nacional de Saturnino Serrato y el Movimiento Político Generación 20/50 del Diputado Mauricio Orue, estos son muy recientes.

El P.J.N, va a ser el primer partido de inspiración evangélica legalmente constituido en la historia política nicaragüense, obteniendo su personería jurídica en 1994[37].  Este partido participó en la contienda electoral del 96, sin embargo, no llegó a obtener el porcentaje requerido para tener la participación en el parlamento nicaragüense, logrando a obtener solamente un 0.32% de la población votante.

El partido Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), se constituyó solo unos meses antes de las elecciones del 96.  Esta iniciativa nace dentro del protestantismo nicaragüense y dentro de los sectores más reacios a la participación política del pentecostalismo, ganando en esta contienda electoral la participación de cuatro diputados en el parlamento nacional. Obtuvo de la masa votante un porcentaje del 4.1%, constituyéndose así, en la tercera fuerza política después de la Alianza Liberal y del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

El CCN, es un partido que nace dentro del sector pentecostal, con poca o nada de experiencia política. Es un partido de derecha. En las elecciones del 4 de Noviembre del 2001 fue en alianza con el Partido Liberal Constitucionalista, que es el partido que estaba en el gobierno, además se había caracterizado como uno de los más corruptos en la historia nicaragüense. El CCN, es un partido de derecha recalcitrante. Este partido entró en la arena política desde las elecciones en el 1996, ha tenido la participación de diputados al parlamento. Ha construido una experiencia parlamentaria. Este partido está liderado por el Reverendo Guillermo Osorno, pastor de la Iglesia Asambleas de Dios, y director del Ministerio Evangelístico La Senda.

El Movimiento de Unidad Cristiana (MUC), se ubicó dentro de la oposición del CCN, uniéndose en alianza con el FSLN en una Convergencia Nacional. Este es un partido de centro derecha, sin ninguna experiencia en la política partidaria. Nace también dentro del sector pentecostal, siendo su líder el Reverendo Omar Duarte, pastor de la Iglesia de Dios Pentecostal Misión Internacional y director del Ministerio Evangelista Ríos de Agua Viva.

Otro movimiento político es el Partido de Dignidad Nacional, está dirigido por el Reverendo Miguel Ángel Casco, presidente del organismo CEPRES, muy conocido en Nicaragua.  El reverendo Casco, es un disidente del Frente Sandinista, también es pastor de la Iglesia Misión Cristiana, una iglesia pentecostal.

En cuanto a la corriente, es importante notar que, dos de los tres partidos políticos nacen de los sectores más conservadores y fundamentalistas del protestantismo.  Sin embargo, nos parece que esta incursión de los protestantes en la esfera política es muy importante, sobre todo porque han adquirido una responsabilidad con relación al pueblo evangélico nicaragüense y de ser un referente histórico en la vida nacional.

Esta nueva posición de los evangélicos significa, un giro radical en la historia del país, donde los protestantes, por ejemplo, los Morávos en la Costa Atlántica fueron grandes luchadores por la libertad religiosa y la autonomía de los indígenas; igualmente los Bautistas luchando por las libertades religiosas, la educación laica y la separación Iglesia-Estado[38].  No obstante estas luchas nunca fueron expresiones de una política partidaria en particular.

El haber incursionado en la contienda electoral de 1996, el pueblo evangélico se sitúa en una nueva dimensión, y en una mejor posición frente a la sociedad nicaragüense. Creemos que con todos los peligros y riesgo que esto con lleva, los evangélicos en Nicaragua han mostrado un grado de desarrollo, madurez y un avance significativo en lo que respecta a la participación política. Un gran sector de los protestantes también ha experimentado gran madurez en su pensamiento cristiano en la sociedad nicaragüense, tratando de convertirse en nuevos actores sociales con una nueva conciencia cívica y política. Esperamos que estos no sean una fuerza más en una sociedad dominante.

Conclusiones.

  1. Podemos concluir entonces diciendo que, originalmente El Protestantismo, es un conjunto de pensamientos religiosos, originados a raíz de la Reforma Protestante. Es la propuesta moderna de una forma de ser iglesia.
  2. Hablar del Protestantismo nicaragüense hoy es hablar de un movimiento muy hetereogénico en su composición orgánica, con muchas particularidades en sus prácticas sociales, doctrinarias y teológicas.
  3. Que no es posible describir en síntesis qué es el Protestantismo, por la diversidad de formas, pensamientos, espacios y costumbres donde llegó y se arraigó, convirtiéndose en un movimiento del Espíritu, impetuoso, diverso, sincrético, particular, singular en cada espacio y lugar.
  4. En cuanto a lo social, el protestantismo nicaragüense ha tenido un avance muy importante para la sociedad nicaragüense, gracias a los procesos de unidad y cooperación de las iglesias, y a iniciativas diakonales de servicio y solidaridad con el pueblo nicaraguense.
  5. Que se ha desarrollado una conciencia social en el protestantismo nicaragüense. Que la formación teológica y pastoral, la acción profética y la contribución de las iglesias a los procesos de paz y reconciliación nacional, han sido los factores esenciales en la toma de esta conciencia social.
  6. Por otro tenemos que los evangélicos antes de la década del noventa no habían tenido una participación activa partidaria en lo que se refiere al campo político como sector social. Hoy se ha avanzado en este terreno y de manera organizada se ha incursionado concretamente con partidos políticos.
  7. Hoy, se está adquirido conciencia de la importancia de articularse políticamente, de lanzarse hacia la arena política. Esta es una necesidad que se impone por la vivencia de su fe en un contexto dado.
  8. Ante este fenómeno social se tienen tres posiciones muy interesantes

a) Existen sectores que creen que no hay que formar partidos evangélicos confesionales.

b) Otros creen que no hay necesidad de formar partidos políticos confesionales, sino que se debe insertar dentro de los actuales partidos tradicionales, por supuesto que exigiendo valores éticos y de alguna manera una cuota de poder.

c) Y por otro lado los que consideran que hay que crear partidos amplios de inspiración evangélica aprovechando la imagen, liderazgo y representación que poseen como sector social.[39]

Notas

[1] B.FOSTER, Stockwell.¿Qué es el Protestantismo?,¿Qué Podemos Creer?.Buenos Aires: Ediciones Aurora, 1987.

[2] CASTELLANO, René.“Protestantes Evangélicos ¿o Que?” En: Revista Xilotl, No.4, CIEETS. 1989, Pág. 53.

[3] CASALIS, George.  Iglesias Protestantes. En Protestantismo. Managua: CIEETS, 1989.Pág. 115

[4] RODRIGUEZ ARCE WILLIAM, (2006) Enfoque de la Historia, Revista Sacuanjoche Nº 12. UENIC MLK Jr., Managua.

[5] Citado en WAGNER, F., (1958) La Ciencia de la Historia, México, Capítulo 5.

[6] BLOCH, MARK., (1957) Introducción a la Historia, México, Pág. 16.

[7] PLA, J., ALBERTO, (1982) La Historia y su Método, 2da. Ed. Barcelona, España, Ed. Fomtamara, Pág. 53.

[8] El Hermano, Mercedes, es Obispo Emérito de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en Nicaragua, y miembro de la Comisión de Historia de la IAFCJ en Nicaragua.

    [9] Para conocer los antecedentes de la presencia protestante en el país, véase en Bardeguéz (1998,27ss). Para los Moravos, véase Schneider (1998) y Wilson (1975).

    [10] Es el Proyecto Centroamericano de Estudios Socio-religiosos y fue coordinado por Clifton Holland, del INDEF en Costa Rica. Los resultados fueron publicados por CEPAD, Managua e INDEF, en 1980.

    [11] Según las investigaciones entre sectores rurales, por causa del alcoholismo y el maltrato de parte de los hombres, la población femenina busca ayuda en las iglesias, razón por la cual sobrepasa el 70%.

[12] CORTÉS, BENJAMÍN. (1990). La Iglesia Anglicana. En Revista de Historia del Protestantismo Nicaragüense Nº 1. IHP. CIEETS. Pág. 43, véase también, Periodización del Protestantismo Nicaragüense. En Reforma y Conquista: 500 años después. CIEETS, 1989. Pág. 167.

[13] ZUB ROBERTO (1989). La Conquista y los Indios. En Reforma y Conquista: América Latina 500 años después. Managua. CIEETS. Pág.96.

[14] PIXLEY, JORGE. (1999). Por una iglesia Laica. Convención Bautista de Nicaragua. Pág.39

[15] HOLLAND, CLIFTON. (2003). Protestantismo en América Latina. PROLADES. (Documento de Estudio en seminario de historiografía, UENIC MLK Jr)

[16] HOLLAND, CLIFTON. (2000). Crecimiento del Protestantismo en Nicaragua..(Documento de Estudio en seminario de historiografía, UENIC MLK Jr)

[17] MADRIGAL MENDIETA LIGIA, (1999). La Evolución de las Ideas; El caso de los protestantes en Nicaragua (1856-1925), Managua, CIEETS.

[18] PIXLEY, JORGE (1988) (ed.). La cantera de donde fuimos sacados (Testimonios históricos bautistas). Managua, CIEETS. Págs. 27/37.

[19] Véase en REVISTA MISSION, (1919). El reverendo Hugo Magaña, Bautista salvadoreño, suministro al Archivo Histórico del Instituto del Protestantismo de Historia y Filosofía CIEETS, fotocopia del mismo. En revista de Historia del Protestantismo Nicaragüense N° 5. 1995.

[20] HOLLAND CLIFTON,  (2011) Enciclopedia de Religión en  las Américas, en la Península Ibérica: Nicaragua. PROLADES, Última revisión.

[21] DAYTON, ROBERT. El Movimiento de Cooperación Evangélico. Documento del curso de Eclesiología, CIEETS. 1996. Pág. 6.

[22] Se le llama iglesias de trasplante a las iglesias que se formaron con miembros de iglesias que venían a hacer trabajo diplomático a Nicaragua y que no tenían donde congregarse, de esta manera se enviaba un pastor para estos hermanos, es así que se formaron algunas iglesias históricas en América Latina y en Nicaragua. 

[23] HOLLENWEGER, W. (1976). El Pentecostalismo. Buenos Aires. La Aurora. Pág.7.

[24] GAXIOLA G, MANUEL. (1994). La Serpiente y la Paloma. México. DF. 2da. Edición. Pág. 90.

[25] Esta imagen acerca del protestantismo probablemente no existe más. Ella fue opacada por el crecimiento de sectores teológica y culturalmente empobrecidos y con ansias de reproducción y no el desarrollo integral.

 [26] Existen precedentes anteriores a la llegada de los misioneros norteamericanos que son los colportores que vendían bíblias como James Thompson (1817), Francisco Penzotti (1892) y otros que no establecieron iglesias ni permanecieron por mucho tiempo. Sobre el origen del protestantismo en Nicaragua, puede verse varios artículos en Pixley, 1988.

[27] El logro de un Estado laico y las libertades de culto son temas que los bautistas se atribuyen para si con gran júbilo. Véase esto en el discurso de Jorge Truet «Los Bautistas y la Libertad Religiosa» pronunciado en el Capitolio de los EUA el 15 de mayo de 1920 y publicado por la revista bautista LA ANTORCHA, Managua, en las ediciones 10 al 17 de los años 1923 y 1924.

[28] La lucha contra el alcoholismo entre los sectores populares es más que una democracia, es una nueva relación con el cuerpo, con la familia y una revolución dentro de aquella sociedad.

  [29] Entre otros, puede verse un apasionado artículo sobre los anhelos de una patria renovada en LA ANTORCHA, XXIII/9 1946. p.3. y otro en la misma revista de Arturo Parajón, septiembre/1947 en que habla de las libertades.

    [30] Un artículo que explícita los mecanismos de la conversión y la subjetividad protestante, véase en Bonino (1983, 21-27).

    [31] Este optimismo antropológico es típico de fines del siglo pasado y comienzos del XX. Sin embargo, con la segunda guerra mundial y el nazismo, desaparece.

    [32] El colegio era una opción para los sectores disidentes liberales, ateos, judíos y masones. En un informe del director del colegio se habla explícitamente que estos fueron los usuarios mayoritarios, muchos de ellos de la elite que ejercía el liderazgo político y cultural.

[33]} Bastian Pierre Jean, La Mutación Religiosa de América Latina, Para una sociología del cambio en la modernidad periférica, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1997, Pág. 158.

[34])- Bastian, Jean, Pierre, La Mutación Religiosa de América Latina, Op Cit. Pág. 158.

[35] En el Perú, Carlos García, Bautista y candidato a Viceprecidente(1991-1992); Jorge Serrano Elías, Pentecostal, Presidente de Guatemala,(1991-1993) y como Vicepresidente Gustavo Espina Salguero; y de otros latinoamericanos que han  incursionado en estos terrenos con las intenciones de lograr  las presidencias, como el guatemalteco Rios Montt y los nicaragüenses Jorge Días y el Pentecostal Guillermo Osorno. Véase cuadro en el anexo #

 [36]) Wolfgang Bautz, otros. Política y Religión, Managua; Fundación Friedrich Ebert CIEETS, 1994 Pág.

[37])-  Para mayor información véase a Roberto Zub en  Protestantismo y Elecciones en Nicaragua,   Op. Cit.,  Págs. 115-116.

[38])- Véase a Benjamín Cortés, La Conquista 500 años después Op. Cit. Pág. 173.

[39] Estas posiciones fueron de alguna manera debatidas en la consulta continental sobre «La participación de los evangélicos en el poder político en América Latina» que se celebró en octubre/91 en Buenos Aires, Argentina.

Bibliografía.

  1. RODRIGUEZ ARCE WILLIAM, (2006) Enfoque de la Historia, Revista Sacuanjoche Nº 12. UENIC MLK Jr., Managua.
  2. Citado en WAGNER, F., (1958) La Ciencia de la Historia, México, Capítulo 5.
  3. BLOCH, MARK., (1957) Introducción a la Historia, México, Pág. 16.
  4. PLA, J., ALBERTO, (1982) La Historia y su Método, Ed. Barcelona, España, Ed. Fomtamara, Pág. 53.
  5. CORTÉS, BENJAMÍN. (1990). La Iglesia Anglicana. En Revista de Historia del Protestantismo Nicaragüense Nº 1. IHP. CIEETS. Pág. 43, véase también, Periodización del Protestantismo Nicaragüense. En Reforma y Conquista: 500 años después. CIEETS, 1989. Pág. 167.
  6. ZUB ROBERTO (1989). La Conquista y los Indios. En Reforma y Conquista: América Latina 500 años después. Managua. CIEETS. Pág.96.
  7. PIXLEY, JORGE. (1999). Por una iglesia Laica. Convención Bautista de Nicaragua. Pág.39
  8. HOLLAND, CLIFTON. (2003). Protestantismo en América Latina. PROLADES. (Documento de Estudio en seminario de historiografía, UENIC MLK Jr)
  9. HOLLAND, CLIFTON. (2000). Crecimiento del Protestantismo en Nicaragua..(Documento de Estudio en seminario de historiografía, UENIC MLK Jr)
  10. MADRIGAL MENDIETA LIGIA, (1999). La Evolución de las Ideas; El caso de los protestantes en Nicaragua (1856-1925), Managua, CIEETS.
  11. PIXLEY, JORGE (1988) (ed.). La cantera de donde fuimos sacados (Testimonios históricos bautistas). Managua, CIEETS. Págs. 27/37.
  12. REVISTA MISSION, (1919). El reverendo Hugo Magaña, Bautista salvadoreño, suministro al Archivo Histórico del Instituto del Protestantismo de Historia y Filosofía CIEETS, fotocopia del mismo. En revista de Historia del Protestantismo Nicaragüense N° 5. 1995.
  13. HOLLAND CLIFTON, (2011) Enciclopedia de Religión en  las Américas, en la Península Ibérica: Nicaragua. PROLADES, Última revisión.
  14. DAYTON, ROBERT. El Movimiento de Cooperación Evangélico. Documento del curso de Eclesiología, CIEETS. 1996. Pág. 6.
  15. HOLLENWEGER, W. (1976). El Pentecostalismo. Buenos Aires. La Aurora. Pág.7.
  16. GAXIOLA G, MANUEL. (1994). La Serpiente y la Paloma. México. DF. Edición. Pág. 90.
  17. FOSTER, Stockwell.¿Qué es el Protestantismo?,¿Qué Podemos Creer?.Buenos Aires: Ediciones Aurora, 1987.
  18. CASTELLANO, René.“Protestantes Evangélicos ¿o Que?” En: Revista Xilotl, No.4, CIEETS. 1989, Pág. 53.
  19. CASALIS, George. Iglesias Protestantes. En Managua: CIEETS, 1989.Pág. 115
  20. BASTIAN PIERRE JEAN, La Mutación Religiosa de América Latina, Para una sociología del cambio en la modernidad periférica, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1997, Pág. 158.
  21. WOLFGANG BAUTZ, otros. Política y Religión, Managua; Fundación Friedrich Ebert CIEETS, 1994 Pág.

 

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