William Ulises Rodríguez. El Enfoque de la Historia – una aproximación critica –

Dr. William Ulises Rodríguez

Teólogo de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús

Doctor en Ciencias de la Educación

Master en Historia del Cristianismo

Licenciado en Teología

Director de la Escuela de Post Grado

Universidad Evangélica Martin Luther King Jr.

01 de octubre de 2018

Managua, Nicaragua

“La Historia es el más peligroso producto elaborado por la química del intelecto. Sus propiedades son bien conocidas: Hace soñar, embriaga a los pueblos, engendra en ella falsos recuerdos, exagera sus reacciones durante el reposo, los conduce al delirio de grandeza o de persecución, y vuelve a las naciones amargas, soberbias, insoportables y vanas”

Paul Valery, Poeta Francés

INTRODUCCION

Es imposible realizar un proceso de investigación Histórica sin tener conocimiento explícito de que entendemos por Historia de los Cristianismos y más aún como en la Historia de Nicaragua, la Historia de los cristianismos (Católico y Protestante – Evangélico), constituye un componente indispensable para comprender las estructuraciones y re- estructuraciones de los procesos de la sociedad, las instituciones públicas, las instancias religiosas y sus respectivas inter-relaciones, de  flujos y reflujos en Nicaragua.

Por otro lado, es aún más azaroso no estar conscientes del enfoque historiográfico, (el método, escuela de interpretación histórica), el contexto de valores, ideas, posición social y política en que se desarrolla el trabajo. Quiere decir esto, que todo aquel que hace Historia de Nicaragua, Historia del Catolicismo, Historia del Protestantismo, Historia del Ecumenismo, o redacta una Historia Holística de lo que ha sido el cristianismo como componente fundamental de la Historia de Nicaragua, lo hace en condiciones reales y no imaginarias, aún el que hace novela histórica lo hace partiendo de lo realmente vivido y esto realmente vivido queda en la misma novela histórica irrealizada, se monta en una realidad vivida. [1]Y es que cada historiador hace Historia con su propio sello personal.

El investigador en Historia, tiene ante sí los hechos históricos.  Por un lado, estos hechos históricos son compartidos por los sujetos sociales que presenciaron dichos hechos históricos. Estos sujetos sociales tienen una interpretación de lo que paso, una valoración de sus causas el cual se transmite de forma oral, en las historias de vidas y en los testimonios.[2] Por otro lado, el investigador recibe un cúmulo de métodos, enfoques, punto de vistas de historiadores, experiencias y explicaciones [3] que constituyen el sistema de referencias para hacer Historia.

Pero hay más, el historiador tiene el reto de tomar lo dado y hacerlo suyo, partiendo de lo que se le transmite aplicarlo a sus investigaciones, contraponer datos, enfoques y metodología, analizar resultados o  proponer un nuevo enfoque para investigar en Historia, un nuevo método para abordar los hechos, analizarlos y a partir del análisis mismo presentar resultados de interpretación.[4]

Cualquiera que sea el camino, el hacer Historia es siempre una aventura, la ventura de elegir a la hora de reconstruir y recontar lo que las personas y grupos humanos hacemos en nuestras relaciones con la naturaleza, las relaciones entre los géneros, las relaciones entre las sociedades, las instituciones públicas, la organización de la economía, la construcción de la cultura o la construcción de las espiritualidades religiosas y sus formalizaciones sociales e institucionales.

En este Primer Capítulo sobre El Enfoque de la Historia abordamos dos ejes fundamentales para la realización de nuestra investigación: 

  • El Concepto de la Historia: Los conceptos sobre la Historia que se han venido planteando desde los clásicos griegos y Romanos hasta el pensamiento historicista, positivista y marxista con la finalidad de valorar su importancia en cuanto a enfoque de Historia tanto para la elaboración o construcción de la Historia como para analizar las Relaciones Iglesias – Estado en Nicaragua. En nuestra opinión, dependiendo del concepto de Historia que se asuma, así será la labor de investigación histórica que se realizara. Por ello, presentamos primero el concepto de Historia que se tiene y luego valoramos las implicaciones para un estudio o investigación histórica.
  • Sobre la Construcción de la Historia: En esta segunda parte se analiza la importancia de las Fuentes, las ciencias relacionadas, la evaluación de datos, la interpretación, el problema de la imparcialidad, las divisiones y periodizaciones históricas y la filosofía de la Historia, a fin de determinar criterios técnicos que permitan a la presente investigación orientarse y establecer límites conceptuales.
  1. El Concepto de la Historia.

1.1 Las Definiciones Clásicas de los Historiadores Griegos y Romanos

Las referencias escritas conservadas de las culturas orientales eran fundamentalmente relatos mitológicos o religiosos.  En ellos el hombre no era el responsable del devenir histórico sino simple espectador del designio de los dioses.[5]  La cultura griega, sin embargo, va a dar dimensión humana a los acontecimientos.  El hombre es capaz de inquirir y responder a las preguntas que el entorno le plantea. [6]

El paso del relato religioso y mitológico al histórico estuvo marcado por un período de transición en el que los logógrafos griegos, a fines del siglo VI a.C., inician la crítica de la mitología en su búsqueda de la verdad. Además, abandonaron el estilo poético o épico por el de la prosa.

A Herodoto (485 – 420 a.C.) se debe la utilización, por primera vez, del término Historia, que significa inquirir, investigar.  El estilo de Herodoto es directo y conciso.   No le preocupa la forma literaria sino la veracidad de los testimonios que trasmite.  El protagonista de la Historia es el hombre que se debate entre las propias ambiciones y los cambiantes designios de la fortuna.

Por su parte Tucídides (460 – 404 a.C.) nos deja su Historia de la Guerra del Peloponense. En primer lugar, Ticídides prefiere realizar un acabado retrato psicológico de los personajes y cuidar preferentemente el estilo literario. Además, propondrá en boca de sus personajes elaborados y acabados discursos.  Para él, el hombre es el protagonista de la Historia.   La causa de los acontecimientos históricos reside en la naturaleza humana, en las pasiones y ambiciones de los hombres. Como el devenir histórico es un producto humano, si conocemos las causas se pueden deducir las consecuencias.  La Historia sirve para educar.  Tiene una finalidad práctica.  Su utilidad se obtiene de la experiencia histórica sobre aciertos y errores de los hombres en el pasado. La Historia para Tucídides va a ser por tanto educativa, explicativa y pragmática.[7]

Polibio (210-126 a.C.), transfiere a Roma el protagonismo de la historia.  Admirado por la potencia y universalidad del nuevo mundo Romano, escribió una Historia en la que relata la portentosa aventura de Roma. Además, elabora una teoría de los ciclos históricos que tendrá enorme vigencia posterior. Para él, las sociedades tienen un comportamiento similar al de los cuerpos humanos.  Nacen, se desarrollan, llegan a su esplendor y posteriormente viene la decadencia y extinción.

En tanto, Tito Livio (59 a.C.- 17 d.C.) es, con mucho, el principal historiador romano.  Escribió una monumental Historia de Roma, desde sus orígenes, en la que explicaba cuáles fueron las virtudes que habían llevado a Roma a ser la cabeza del mundo.  También fueron desarrollados otros géneros, como las biografías (Plutarco, Suetonio), o las Memorias (Cesar).[8]

Si los historiadores griegos enfatizan que el sujeto de la Historia es el ser humano como naturaleza con sus ambiciones y pasiones, en los historiadores romanos, el sujeto de la Historia es la ciudad, el imperio con sus triunfos y glorias. Esto implica que si aplicamos el concepto de los historiadores griegos a la Historia de Nicaragua enfatizaríamos la Historia de hombres y mujeres con sus ambiciones y pasiones. En tanto, si enfatizamos la visión de los historiadores romanos escribiríamos una Historia de Nicaragua desde el Poder que enfatizará el desarrollo de las principales ciudades, familias de poder y elites gobernantes.

De igual modo, si aplicamos el concepto de los Historiadores Griegos al estudio sobre Las Relaciones Iglesias y Estado en Nicaragua por la parte católica, lo relevante seria conocer y analizar el vínculo entre los obispos y los que han gobernado, ejemplo de ello, es Ulloa y Calvo y el Presiente Pedro J. Chamorro, Simeón Pereira y Castellón y el Gen. Zelaya, José Antonio Lezcano y Somoza García, Obando y Bravo y El Presidente Somoza Debayle, Obando y Bravo y Daniel Ortega, Obando y Bravo y Violeta Barrios de Chamorro y finalmente, Obando y Bravo y Dr. Arnoldo Alemán. Por la parte protestante, los vínculos entre Walker y Wheeler, Penzoti, De Roos y Zelaya, Parajon y Somoza García u otros casos. Y en estas historias relataríamos sobre sus grandezas, pasiones y sacrificios.

Por otra parte, si aplicamos la Visión Romana, de que la Historia es la Historia de las ciudades, de las glorias del imperio, entonces estudiaríamos la Historia de las relaciones entre: por la parte católica, la iglesia católica y el Gobierno de Zelaya, la Iglesia Católica y   los gobiernos Conservadores, La iglesia católica y el Somocismo, la Iglesia Católica y el Sandinismo, la Iglesia Católica y el Gobierno de la UNO, la Iglesia Católica y el Liberalismo Constitucionalista. En la parte protestante se estudiaría los vínculos entre: La Historia de la Iglesia Morava y sus relaciones con los Gobiernos Nicaragüenses, La Convención Bautista de Nicaragua y los Gobiernos Conservadores, La Convención Bautista y el Somocismo, la Convención Bautista y el Sandinismo, La Convención Bautista y el Gobierno de la UNO, La convención Bautista y el Liberalismo Constitucionalista. Con estos mismos criterios estudiaríamos la Historia de la iglesia Centroamericana, La Historia de las Asambleas de Dios, Apostólicos, Nazarenos u otros

  • La Visión Agustiniana de la Historia

Para los historiadores cristianos, cuyo principal representante es San Agustín (354-430), Roma ya no es, en adelante, la protagonista de la Historia.  En todo caso, el Imperio Romano se consideraba como el marco o instrumento que Dios ha dispuesto para la universalización de su mensaje de salvación. En este sentido Cristo, y su mensaje destinado a todo el género humano, pasa a ser el eje del relato histórico. La Historia deja de ser explicativa. No hay causas que explicar por cuanto el devenir histórico obedece a la voluntad divina, a la Providencia. [9]

Esta peculiar visión providencialista de la Historia se va a prolongar durante toda la Edad Media e incluso estará presente todavía en algunos historiadores de los siglos XVII y XVIII.  A unos niveles más inmediatos, la influencia cristiana en la historiografía resulta evidente en la periodización, en la que el nacimiento de Cristo sirve como punto divisorio de todo nuestro sistema cronológico. [10]

Desde el punto de vista Agustiniano hacer Historia o escribir Historia implica destacar que la Historia es el instrumento por el cual Dios se vale para dar a conocer su gracia, pero una acción Divina que puede ser explicada en un orden cronológico. De Hecho, cuando Agustín escribe su obra sobre Civitas Dei y Civitas Terrena hace dos cosas:

  • Primero, nos indica que la Historia es la Historia de dos grandes ciudades: La ciudad de Dios que actúa por los Santos redimidos en Cristo y la ciudad terrena que opuesta a la ciudad de Dios es dirigida por el mal.
  • Segundo, la estructuración de la Historia se divide en tres periodos: la Historia gentil o humana, la Historia judía y la Historia Cristiana o a partir de Cristo. Una será Historia profana y otra Historia sagrada.[11]

Vista la Historia en perspectiva agustiniana en cuanto a la relación Iglesias y Estado en Nicaragua implicaría:

  • Primero, establecer que la Historia de Nicaragua es una y la Historia del Cristianismo es otra.
  • Segundo, la Historia de Nicaragua es Historia profana y la Historia del Cristianismo, por el cual Dios actúa en la Historia de Nicaragua, es la Historia sagrada.
  • Tercero, que para efectos de investigación sobre las relaciones Iglesias – Estado tendríamos que investigar cómo se han articulado las relaciones entre Iglesias y Estado, en cuento una representa a la Civitas Dei y la Segunda a la Civitas Terrena y en que medida, la Civitas Terrena se ha opuesto a la Civitas Dei.
  • Cuarto habrá que aun discriminar más a fondo, porque habrá que preguntarse cuál es el instrumento eclesiástico que Dios utiliza para hacer presente su gracia en Nicaragua, sí a través de la Historia del Catolicismo o a través de la Historia del Protestantismo.[12]

Un típico ejemplo de dicha problemática puede verse en las versiones de la Historia del Catolicismo en Nicaragua. Cuando Pablo Antonio Cuadra, Eduardo Arellano   y Edgar Zúñiga escriben la Historia de la Iglesia Católica, lo hacen con la plena convicción de que Dios actúa a través de lo que ellos entienden por la “Iglesia Católica”, que es la Iglesia oficial. Más aún, Cuando ellos refieren de las relaciones Iglesias y Estado atacan a al régimen de Zelaya por ser opositor a los intereses eclesiásticos de la Iglesia y alaban a los gobiernos cuando son benevolentes con la Iglesia y la Jerarquía. [13]. En su defecto, cuando el Grupo Tayacan, Ángel Arniz y Antonio Esqueva Gómez, escriben la Historia de la Iglesia de los pobres consideran que Dios actúa no por medio de la jerarquía, sino a través de las comunidades católicas identificadas con los idearios de liberación y transformación social y las Relaciones Iglesia Popular y Estado son entendida en la medida en que ambas comparten un proyecto de liberación tal como ocurrió en la Revolución Popular Sandinista. [14]

Igual situación ocurre en la construcción de las Historias de las Iglesias Protestantes un ejemplo es el caso del Doctor J. Pixley, quien influido por una visión más teológica que histórica construye la Historia de los Bautistas en cuento esta contribuye al Reino de Dios[15]. En tanto, Araica se preocupa de igual manera del aporte de la Misión Centroamericana, CAM (siglas en ingles), a los valores del Reino de Dios.[16] De ahí, que para evaluar las Relaciones entre Iglesia y Estado tendríamos que partir del Criterio del Reino de Dios. Lo cual implica, que está de primero un criterio hermenéutico de orden teológico, antes que una construcción historiográfica de los hechos.[17]

1.3. El Concepto de Historia en la Edad Media

La historiografía medieval estuvo influenciada por el providencialismo agustiniano[18]. El mayor aporte de la Edad Media lo da Ibn Haldun, (1350- 1400), considerado como un auténtico precursor de la Sociología, el cual se interesó por la comprensión y explicación del ascenso  y caída de los Estados.  Frente a la tradición oral árabe que explicaba la crisis de los Estados por la lucha de las dinastías, Haldun busca las causas profundas que motivan estos procesos.  A partir de ahí, elabora una teoría general sobre los ciclos de las sociedades (nomadista, sedentarismo y lucha por la obtención del poder). [19]

El concepto de Historia de Haldun se sitúa en el poder y las relaciones de poder, de ahí, su relevancia tanto para la investigación como para el estudio sobre las Relaciones entre las Iglesias y el Estado en Nicaragua y se desprenden las siguientes implicaciones al asumir un enfoque de poder y de las relaciones de poder al estilo Halduniano:

  • Primero, el tomar distancia critica de las tradiciones orales y buscar las causas profundas o condiciones reales que hacen posible el ascenso y la caída de las Relaciones entre Iglesias y Estado.
  • Segundo, valorar la visión institucional y de poder que tiene tanto el Estado como las iglesias.
  • Tercero, tener en cuenta que el Criterio estructural y de poder prima sobre un enfoque de población, es decir, lo que se tiene en cuenta es las relaciones de Institución – Estado a Institución – Eclesiástica y no tanto de la relación entre Institución – Estado y población Creyente. [20]
  • Cuarto, Analizar conforme a los hechos históricos las motivaciones y plasmaciones históricas de las luchas de poder entre el Estado en cuento institución Política administrativa y al Iglesia en cuanto institución religiosa
  • Quinto, Analizar en que condiciones las Relaciones entre las Iglesia y el Estado en Nicaragua son favorables y bajo que condiciones no lo es.
  • Sexto, en el estudio de las Relaciones iglesias – Estado habrá que analizar una teoría general de los ciclos de relaciones entre las Iglesias y el Estado en Nicaragua, Analizar los momentos que se clasifican en dos modelos: El Primero que va desde el conocimiento y amistad, el mutuo apoyo hasta la colaboración decidida: Es la relación integrativa. El segundo modelo va desde la presentación, las diferencias hasta la confrontación, la deslegitimación y el conflicto declarado: es la Relación Distributiva.[21]

 1.4.  El concepto de historia en el Renacimiento

Los historiadores del renacimiento se encuentran muy influenciados por los historiadores clásicos, especialmente por Tito Livio.[22]  Por eso encontramos en estos historiadores un estilo, método e ideas muy similares a los del mundo clásico, tenemos que:

  • La Historia se concibe como un relato de los hechos políticos y similares más sobresalientes por ser considerados los más dignos de tener en la memoria.
  • La Providencia no se alegará para la explicación de la Historia. Será la naturaleza humana, el conjunto de sus defectos y virtudes los que influirán en los hechos históricos. Se inicia por tanto una secularización de la Historia.
  • La fortuna se considera un factor determinante del devenir histórico. Frente a ella, el hombre, con sus virtudes, podía en algunos casos, hacer variar su rumbo. En otros, se sucumbirá ente ella.
  • Los historiadores renacentistas van a tener en cuenta, sobre todo, la realidad de una Europa constituida por los nuevos Estados modernos, que cobran un protagonismo y presencia mayor en detrimento de los dos grandes poderes medievales, el Imperio y la Iglesia.
  • En cuanto al estilo, se abandonó la forma de anales o crónicas para, siguiendo el ejemplo de los clásicos, buscar una línea argumental no exclusivamente cronológica. .[23]

Nos encontramos de nuevo con una Historia explicativa, narrativa y pragmática sin tomar en cuenta los factores económicos y las clases sociales. Enfatizando los caracteres personales.  En efecto, la reflexión filosófica e historiográfica va a desaparecer en el Contexto de vivisimas polémicas teológicas.  En los años de la Reforma la Historia sirvió, en todo caso, como argumento a esgrimir entre ambas partes enfrentadas, entre protestantes y católicos.

Hay en el paradigma teórico de la Historia de los Renacentistas algunos elementos sobre los que se debe reflexionar:

  • Primero, La Historia se concibe como un relato de los hechos políticos y similares más sobresalientes, en tal sentido se enfatiza, la astucia, la sagacidad y la inteligencia para tomar e implementar decisiones.
  • Segundo, una Historia del Cristianismo Nicaragüense enfatizaría una vez más el carácter, la prudencia y astucia de los que han liderado la inserción y el desarrollo de los cristianismos en Nicaragua, lo cual terminaría en una Historia más de personalidades que de los procesos más amplio que han hecho posible la realidad histórica de los cristianismos en Nicaragua.
  • Tercero, Un elemento que nos parece importante es la secularización de la Historia, entendiéndola como el hecho de que la naturaleza humana con sus defectos y virtudes influyen en los hechos históricos. Este elemento es esencial, ya que la afectividad, la comprensión y la decisión influyen a la hora de formar cualquier movimiento social o religioso. Por ello, las motivaciones son importantes resortes para evaluar hasta donde el desarrollo que se sigue en la comunidad cristiana católica o protestante penden de las impresiones y afecciones y no sólo de factores económicos, sociales, jurídicos políticos o culturales. [24]
  • Un Cuarto, elemento importante es la idea de la fortuna como un factor determinante del devenir histórico. Y es que, de algún modo los renacentistas tenían razón, porque, desde el punto de vista de la antropología filosófica los seres humanos como realidades individuales y sociales somos actores, agentes y Creadores.[25]
  • Ser actores significa que tenemos que actuar e ínter actuar con las realidades dadas en un espacio histórico y que es imposible impulsar procesos sin tomar en cuenta las condiciones en que queremos hacer o desarrollar un movimiento religioso o establecer una nueva compresión y práctica religiosa. El Cristianismo Católico no se introdujo en Nicaragua sin existir en Nicaragua prácticas religiosas ya establecidas de antemano. El protestantismo no logro hacer raíces sin tomar en cuenta que la fe católica era parte del orden social colonial, federativo y republicano. Más aún, a los que les toco asumir en su persona la instalación y propagación de la fe religiosa protestante, a unos, por el tiempo histórico, no les fue mejor, tal es el caso de Wheeler y Ferguson, no así las primeras comunidades que se organizaron bajo la luz y las influencias de la revolución liberal de Zelaya.
  • Ser agente, implica que como personas y colectividades construimos o ejecutamos un camino con unos proyectos, sueños, visiones y propósitos. Así El catolicismo colonial tenía un sueño, una visión y unos propósitos que realizar con los medios que estaban a su alcance. Lo mismo sucede con los protestantismos. Los agentes de la sociedad Bíblicas de la segunda mitad del siglo XIX tenían una misión, un sueño, unos propósitos y como tales echaron a andar su proyecto.[26]
  • Finalmente, Ser creador implica decidirse por fomentar condiciones que hagan posible el desarrollo favorable del Proyecto por el cual tengo que actuar e impulsar. Los católicos crearon las condiciones en Nicaragua para establecerse. Los protestantes han tenido que luchar contra un orden social conservador, religioso, inquisitivo y autoritario para poder establecerse.[27]
  • Quinto elemento es sobre el estilo argumental no exclusivamente cronológico que privilegiaron los renacentistas. En nuestra consideración, el historiador debe combinar dato cronológico y el estilo argumental, y esto porque, una fecha sin más, puede tener sólo el sentido del dato, pero una fecha que nos indica un acontecimiento y una argumentación científica porque se dio ese acontecimiento contribuye a la compresión de los momentos históricos sociales y personales.[28] De ahí, que al igual que los Renacentistas, consideramos oportuno combinar ambos estilos: el argumental y el cronológico.

1.5.  Historiografía en el siglo XVII

El siglo XVII es uno de los períodos más oscuros en la Historia de la historiografía. La decadencia de las Universidades, sumidas en interminables polémicas dogmáticas, la instrumentalización de la Historia como argumento contra el enemigo en medio de una Europa dividida y en guerra, la utilización de la Historia por parte de las monarquías absolutas para su propio ensalzamiento etc., son alguno de los elementos que lastraban a los historiadores desde el siglo XVI y que determinaron su decadencia y desprestigio.

El siglo XVII es el siglo de las ciencias. La paz religiosa en Francia, Alemania e Inglaterra permitió deslindar los campos de la Religión y de las ciencias. Sin embargo, para Descartes la Historia es un saber inútil, incluso perjudicial y que en modo alguno puede alcanzar la verdad.[29]

La crítica del racionalismo a la Historia va a repercutir en importantes intentos de renovación. Los historiadores encontraron su propio método a través del nacimiento de la Paleografía y la Diplomática, obra de la Congregación Benedictina de Saint Maur y especialmente del P. Mabillon. La utilización de estas dos ciencias auxiliares, supone, con mucho, una auténtica revolución metodológica.  Ahora se trata de la investigación de los documentos, de las fuentes, desde un punto de vista crítico y analítico.

El aporte de la historiografía del siglo XVII se puede ver en dos direcciones: Primero en la función de la Historia. Segundo, en el método para hacer Historia. Y es que a nuestro parecer la Historia tiene por así decir tres funciones básicas:

  • Una función instrumental, que consiste, en que la Historia como tal no solo nos re – actualiza hechos sociales humanos acontecidos, sino que dicha re actualización se puede suscribir a los intereses y proyectos de la comunidad, institución y persona que fomentan su estudio e investigación. Solo así se explica que la historia en el contexto del siglo XVII sirvió como instrumento de legitimación y guerra.
  • Una función comunicativa, es decir, la Historia tiene una función orientadora y pedagógica, en tal sentido práctica. La Historia escrita y contada sirve para orientar la memoria histórica de la comunidad, los grupos sociales e instituciones.
  • Finalmente, una función de enajenación y liberación: La Historia en cuanto Historia, dependiendo del enfoque o interés, puede contribuir a superar estadios sociales o religiosos ya superados o de retornar a los mismos.[30]

Por tales funciones, hay que preguntarse siempre qué función le damos a la Historia cuando la escribimos. Sea esta una Historia patria o la Historia de los cristianismos nicaragüense. Qué rol le damos a la Historia, qué función comunicativa le atribuimos y qué efectos tienen sus enfoques.

Por otro lado, es importante la valoración de la metodología para construir la Historia. La utilización de las ciencias auxiliares, el análisis crítico de los documentos y de las fuentes en la investigación y el estudio de la Historia es una contribución importante del siglo XVII. Y en caso que nos toca, un criterio fundamental para hacer investigación sobre los cristianismos del siglo XIX y principios del XX.

1.6.  Historiografía del siglo XVIII

El concepto de Historia racionalista o ilustrada tenía notables diferencias con la historiografía renacentista Era, también, una Historia pragmática,  pero no estaba orientada a educar o a aconsejar al Príncipe, sino, a expresar los puntos de vista de la filosofía de la Ilustración. Quedaba atrás el mero relato de los defectos y excelencias de determinadas personalidades.  Estos historiadores están conscientes de la importancia de la Filosofía, de las artes, de las ciencias, del desarrollo económico, etc. Y por ello la Historia que van a redactar será una Historia a la luz del concepto de civilización como concepto englobador[31].

Lo que implica la búsqueda de causas y leyes históricas. Se abandona el provincialismo, los protagonismos personales, los discursos y de las reflexiones morales.  Sin embargo, mantienen su preocupación literaria. Las obras siguen teniendo una cierta estructuración dramática: primero se presenta a los personajes, después el desarrollo de los acontecimientos y finalmente el desenlace.  El mismo Voltaire, manifestaba que los que mejor podían escribir Historia eran los autores de teatro.

El concepto de la Historia del siglo XVIII y el modo de hacer Historia ofrece para los propósitos de la investigación y el estudio Histórico de los Cristianismos las siguientes luces:

  • El interés que pusieron los historiadores en la búsqueda de las causas y las leyes históricas que hacen posible los hechos sociales humanos. Y es que, una investigación histórica sobre el cristianismo en Nicaragua una ves más tiene que partir de las condiciones reales de la Historia y no de la anécdota y el relato literario. Es decir, existen factores internos y externos que hacen posible el desarrollo de una fe histórica y en tal sentido el investigador tiene como primera tarea reconstruir el marco global en que se da una iniciativa de fe religiosa. El protestantismo en Nicaragua no se logro insertar en la época de la colonia porque las leyes históricas de ese entonces no posibilitaban su inserción, sin embargo, el cierre del siglo XIX y principios del XX ofrecieron mayores posibilidades y ello permitió que el protestantismo se abriera paso.
  • Sin embargo una diferencia sustantiva es que para los historiadores del siglo XVIII las leyes de la Historia son determinantes para que se den comportamientos históricos, pero no es así, porque las leyes de la Historia son un conjunto de condiciones estructurales constitutivamente dinámicas que hace posible el desarrollo de determinados procesos social. Y por ser dinámica cambian estructuralmente. No hay unas leyes históricas pre fijadas o fijadas, sino una serie de condiciones estructurales que varían sistemáticamente[32].
  • El Cristianismos del Siglo XIX se impulsó gracias a un conjunto de posibilidades que en la actualidad han cambiado sustancialmente.
  • Por otro lado, es importante reconocer de los historiadores del siglo XVIII la idea de que en los procesos de la Historia hay un desarrollo y un desenlace. Pues bien, hay que decir, primero, que todo proceso histórico tiene un Momento Constitutivo, segundo un Momento Desarrollante y tercero un Momento de Progresión. Más que desenlace como argumento racional lo que se dan son procesos de transformación histórica precisamente porque al cambiar las condiciones personales, económicas y socio políticas se modifican sustancialmente el quehacer de las personas y las colectividades.[33]

En el caso del cristianismo protestante, hay un momento constituyente en que este hace su aparición en la escena de la Historia Nicaragüense y este momento tiene que ver con la divulgación de la Biblia en el Pacifico y en el Atlántico con las misiones de las Unitas Fratrum y la misión Anglicana. En el caso católico con el proceso de conquista y colonización iniciado en el siglo XVI. El momento desarrollante del protestantismo se da a partir de 1909 y en el caso católico con la instalación del sistema colonial. Y el momento progre diente, en el caso protestante, las primeras transformaciones se van a experimentar con la creación de iglesias nacionales. En el caso católico con la independencia en 1821.

Finalmente, Que la Historia sea un drama tiene que ver con el acontecer humano como Actor. Y en este sentido, ya hemos mencionado que el Ser humano es actor, pero no sólo actor sino también agente y creador de la Historia.

1.7.  Historiografía contemporánea

En Alemania, Ranke (1795- 1886), inauguró una influyente corriente: el Historicismo.  De acuerdo a esta visión, la Historia debe de apartarse de las interpretaciones generales y atenerse al contenido estricto de las fuentes.  Entre ellas, Ranke utilizó especialmente las fuentes Diplomáticas. De este modo se creó un sistema riguroso e innovador en la utilización de las fuentes y de la crítica histórica, pero se concedió una gran importancia a la intuición del historiador y una primacía absoluta al valor de las ideas como hilo conductor de la Historia. [34]

Frente al subjetivismo romántico, Augusto Comte (1798- 1857) escribió su Curso de Filosofía Positiva[35], en el que reclamaba la aplicación de métodos científicos, positivos, para la Historia y el análisis de la sociedad. Influido sin duda por el espectacular avance de las ciencias naturales y aplicadas, Comte señaló que, al investigador, al científico no le competen las causas últimas o metafísicas sino los elementos próximos y analizables. Como creador de la sociología, consideró que la sociedad podía ser sometida igualmente a observación positiva y verificable.  La evolución de la sociedad en el tiempo, es decir, el estudio dinámico de los factores sociales emergió como el ámbito específico del historiador.

Además del Positivismo e historicismo, el Marxismo es la tercera gran corriente de interpretación historiográfica, formulada a mitad del siglo XIX, no fue tomada en cuenta sino hasta el triunfo de la Revolución Rusa de 1917 y la posterior fundación de una escuela de historiadores marxistas. Junto a ello, la crisis económica de 1929 y la creciente fuerza de los movimientos sociales indujeron a los historiadores a considerar en su importancia una teoría y un cuerpo conceptual, que hasta entonces había estado ausente en los círculos académicos[36]. El aporte del marxismo a la Historia se da en los aspectos siguientes:

  • Orientó la investigación de la Historia hacia los fenómenos sociales y económicos a largo plazo.[37]
  • Indujo a los historiadores a considerar la importancia de las condiciones materiales de la vida de los pueblos, de la economía y de la tecnología.
  • Activó la curiosidad por el papel jugado por las masas en la Historia. La teoría de la división de la sociedad en clases, permitió el estudio de los procesos de formación y transición de grandes períodos históricos (esclavismo, feudalismo y capitalismo). [38]

El historicismo, el positivismo y el marxismo, son tres corrientes o enfoque de la Historia y del modo de hacer Historia diferentes Sin embargo para una construcción de la Historia de Nicaragua y de los Cristianismos Nicaragüenses tienen las siguientes implicaciones.

Desde la visión Historicista:

  • La Historia debe de apartarse de las interpretaciones generales y atenerse al contenido estricto de las fuentes. En tal sentido, una Historia de Nicaragua y del cristianismo, exige un apartarse de la especulación, las interpretaciones infundadas y generalizadas.  De tal suerte que la investigación y el estudio de la Historia requieren de un manejo serio, responsable y científicos de los datos que nos arrojan las fuentes históricas.
  • En Segundo lugar, el historicismo estableció un sistema riguroso e innovador en la utilización de las fuentes y de la crítica histórica. Y esto da pie, que no vasta con las fuentes históricas, sino que, para escribir e investigar sobre Historia se requieren de metodologías y procedimientos de investigación confiables científicamente. Por ello, cualquier investigación sobre la Historia de Nicaragua o sobre los diversos cristianismos en el País exige un planteamiento metodológico sobre el uso de las fuentes y el análisis de los contenidos históricos.[39]

En tanto desde el Positivismo:

  • Reclamar no sólo la aplicación de métodos científicos, positivos, para la Historia y el análisis de la sociedad, sino que también el investigador y científico le competen el análisis de los elementos próximos y analizables. De ahí, que una la investigación histórica debe tomar en cuenta los factores sociológicos y dicho factor sociológico debe ser factibles al análisis y compresión. Desde esta visión, un estudio de la Historia sobre Nicaragua y el cristianismo debe partir de la condición sociológica y no solo de lo que determinadas fuentes nos permiten conocer. El historiador debe reconstruir las condiciones sociológicas en que se dan los hechos históricos y no solo quedarse con lo que arrojan las fuentes.

Finalmente, desde a visión marxista de la Historia:

  • Que la Historia de las sociedades depende de las condiciones materiales de la vida de los pueblos, de la economía y de la tecnología. En tal sentido, las practicas políticas, sociales, culturales y religiosas son sólo un reflejo (super estructura) de las condiciones materiales, del modo de producción y de las relaciones sociales de producción.  Vista así la Historia de Nicaragua y del cristianismo, debe tomar en cuenta los cambios de los modelos económicos en que se ha venido desarrollando el país desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad.  Así en una sociedad predominantemente agraria como era la colonial era posible una cultura semi feudal, vertical y patrimonialista y en este sentido un cristianismo radicalmente ortodoxo, integrista e inquisitivo. Pero con la transición al capitalismo modernizante liberal al modificarse las condiciones materiales daba lugar a una modificaron de las condiciones de la super estructurares y con ello el protestantismo tendría mayores posibilidades de inserción. Por ello el establecimiento del catolicismo en Nicaragua tiene su base en la forma en que estaba organizada la economía colonial y a su ves la inserción del protestantismo está ligada al surgimiento de la economía capitalista en Nicaragua y la inserción de Nicaragua al mercado internacional.
  • Por otra parte, es importante para la elaboración de la Historia tomar en cuenta el papel jugado por las masas en la Historia y la división de la sociedad en clases. Este Criterio es importante para cualquier investigación de la Historia ya que esto tiene que ver con los siguientes criterios:
  • Uno, el desarrollo de la Historia no sólo depende de factores infra estructurales, sino de las condiciones de las masas como motor de la Historia. Es decir, de su disposición hacia los cambios. No es lo mismo hablar de la situación de masas en el período de la colonia que hacerlo con respecto a la situación de las masas a fines del siglo XIX. En tal sentido, un estudio de la Historia del protestantismo tendría que estudiar las condiciones reales en que se encontraban las masas en Nicaragua y su disposición a aceptar un cambio en su visión de fe, tal como lo proponía el protestantismo. [40]
  • Dos la división de la sociedad en clases (clase dominante y clase dominada) nos obliga a pensar que por un lado el catolicismo es originariamente una Religión de la clase dominante poseedora de los medios de producción, el control del poder político y cultural, de los que triunfaron por la fuerza, independientemente, de sí en el pueblo hubo o no-sincretismo. Y, por otro lado, estar claros, que el protestantismo tuvo su impulso dentro de sectores las clases dominadas, quienes venden su fuerza de trabajo en la Sociedad que emergía del siglo XIX. En tal sentido el Protestantismo Nicaragüense es en su origen nacional una fe de las clases dominadas, pero sin tener conciencia de un proyecto de liberación.
  1. Sobre la construcción de la Historia
  • Las fuentes

Uno de los problemas que presenta la investigación actual sobre la Historia de Nicaragua, del catolicismo y del protestantismo es que no existe en las Historias elaboradas, primero, un concepto preciso de lo que son las fuentes históricas para la elaboración de la Historia tanto de Nicaragua como de los cristianismos. Segundo, tampoco existe una sistematización de lo que son las fuentes directas e indirectas, primarias o secundarias para la elaboración de la historia de Nicaragua, el catolicismo y el protestantismo.

En la presente investigación entendemos por fuentes históricas un conjunto de medios materiales u orales en la que se plasman las actividades de los grupos humanos y que mediante la aplicación y del procedimiento de análisis nos proporciona datos acerca del desarrollo de la sociedad.[41]

Las fuentes Históricas según Guillermo Bauer[42]  son de muy distintos tipos y se pueden Clasificar en:

  • Fuentes Directas: constituidas por todos los testimonios elaborados con la intención de dar una información a la posteridad acerca de determinados hechos, hazañas o acontecimientos. Se cuentan entre otros elementos las crónicas, las memorias, las inscripciones conmemorativas en documentos, y datos similares.
  • Fuentes Indirectas: son aquellas que no provienen de una intención de proporcionar información. Testimonios escritos: documentos impresos o hechos a mano, como cartas particulares, registros de propiedad, leyes, actas gubernamentales, informes policíacos o de servicio diplomáticos, mapas, exposición y discusión de ideas religiosas o de conceptos filosóficos
  • Fuentes Primarias: elementos elaborados simultáneamente o en contacto directo con el acontecimiento que se describe, como sucede en el caso de los instrumentos de labor, de las armas, de los relatos hechos por los contemporáneos.
  • Fuentes Secundarias: estudios o consecuencias referentes al hecho que se examina, basados a su vez, forzosamente, de manera directa o indirecta, en las fuentes primarias o en el acontecimiento mismo.

Para los propósitos de la investigación sobre las Relaciones Iglesias    Estado en Nicaragua durante el período de 1893-1909, las principales fuentes que hemos encontrado son fuentes indirectas y fuentes secundarias. Esto nos expresa que urge: Primero, una investigación sobre las fuentes históricas para la elaboración de la Historia. Segundo, que la información que brindan las fuentes indirectas y secundarias, aunque limitadas, no obstante, nos proporcionan importante información para la reconstrucción del ambiente macro sociológico en que se dieron los principales hechos históricos desde 1893 – 1909.  Finalmente, una parte importante para el investigador de la Historia sobre las relaciones Iglesias – Estado, es la localización, a veces muy laboriosa y delicada, de las fuentes.

  • Las ciencias relacionadas

Los hechos históricos de Nicaragua y los hechos históricos del cristianismo en cuanto componente fundamental de la Historia misma de Nicaragua, no pueden ser analizados sin tomar en cuenta el aporte que nos dan las Ciencias Sociales y las ciencias críticas (Filosofía). Y es que para poder reconstruir el ambiente macro o micro social en que se dan los hechos históricos, las ciencias con sus sistemas de conceptos y procedimientos de estudios contribuyen a facilitar el análisis de las fuentes históricas y con ello a la reconstrucción de la historia.

Por un lado, están los hechos históricos ocurridos, que nos son transmitidos por una forma oral (Historias Orales) o escrita (Historia Elaboradas), pero en la medida en que aparecen más fuentes primarias, directas, indirectas o secundaria, en esa misma medida la Historia elaborada sé reactualiza y los hechos históricos se van conociendo mejor.

Las Ciencias Relacionadas para la construcción de historias elaboradas y su aporte a la investigación de las Relaciones Iglesias – Estado de 1893-1909 son:

  • La Técnica: que estudia cómo produce y distribuye el ser humano lo que necesita para vivir. Además, examina los instrumentos que el hombre utiliza para actuar sobre la naturaleza, o también para relacionarse con sus semejantes lo que revela la forma de vida de los grupos humanos y su capacidad para intervenir en el medio ambiente.
  • La economía: Estudia el modo de organizar la producción, las relaciones de producción, la propiedad y la distribución de la riqueza en la sociedad humana.
  • La geografía (física, humana y económica): son indispensables, asimismo para el estudio de la Historia. Ya que todo suceso acontece en algún lugar determinado, y las características de éste, en cuanto a condiciones naturales, población y situación económica, no dejan de influir en los hechos y en las transformaciones.
  • La sociología: Cuyo objeto es la sociedad misma, examinando su desarrollo y su funcionamiento.
  • El Derecho constitucional: Estudia cómo está organizado el sistema jurídico político, su funcionamiento y correspondencia con la organización social del territorio, la población y su cultura.
  • La Cultura y los idiomas: permite conocer el sistema de comunicación, valores y referentes espirituales de una comunidad humana, su concepción del mundo, la vida social y religiosa.
  • El Arte y la literatura: proporcionan múltiples datos sobre los valores estéticos, éticos y filosóficos de la sociedad en un período histórico determinado y que queda plasmado en su s letras, escultura, arquitectura y pinturas. Y constituyen una fuente fundamental para conocer la psicología colectiva de una comunidad humana.

Para el estudio de la Historia de las Relaciones Iglesias – Estado, cada una de estas ciencias brinda un aporte específico, así por ejemplo:

  • Un estudio desde la perspectiva de la Técnica, nos ayudaría a saber como las poblaciones del pacifico de finales del siglo XIX comprendían y organizaron sus relaciones con la naturaleza. Como la mentalidad cristiana católica o el sistema de valores evangélicos en cierne fortalecían o trasformaban dichos sistemas de comportamientos. Recordemos, que a finales del siglo XIX, se da la inserción de Nicaragua en el mercado capitalista internacional y la visión que se tiene del medio ambiente y los recursos naturales, es que hay que acumularlos para explotarlos. Para efectos de la investigación sobre las relaciones Iglesias – Estado de 1893-1909, este enfoque, no es el prioritario, pero sí, es necesario para un estudio posterior.
  • La Economía: El estudio del modo de producción, las relaciones de producción, la propiedad y la distribución de la riqueza en a fines del siglo XIX en la Sociedad Nicaragüense contribuye substantivamente para entender no sólo las estructuras económicas sociales del período que va de 1893 – 1909, sino las repercusiones que tuvo para el capital y los bienes de capital de que era dueñas la Iglesia Católica y la condición económica de las primeras comunidades protestante en el Pacifico y la forma en que afecto al Protestantismo del Atlántico.
  • El Derecho Constitucional: El conocimiento y el estudio del sistema jurídico político desde la Constitución de Bayona (1808) y Cádiz (1812)  Hasta la Constitución Autocrática de 1905,  nos permiten conocer no sólo el  funcionamiento y la correspondencia entre el Estado y  la organización social del territorio, la población y la cultura Nicaragüense, sino también las el conjunto de posibilidades históricas que significaron para la inserción del Protestantismo en el Pacifico y los impedimentos que significo para la Iglesia Católica.

2.3 La evaluación de los datos

La interpretación de los datos históricos depende por un lado de las fuentes históricas que se obtienen (Fuentes directas, indirectas, primarias o secundarias) y del sistema de conceptos y procedimientos de análisis que se elija para construir la Historia.

La obtención de los datos históricos, en forma directa o con ayuda de las ciencias relacionadas, es apenas el primer paso  en la obra de investigación.  El siguiente será su análisis, destinados a comprobar su autenticidad y a permitir su comprensión.

Existen múltiples métodos que se utilizan en  la investigación histórica y social para determinar el grado de confianza que se puede tener  en una información determinada.  Precisamente uno de los elementos de  “cientificación” de la historia  es la sustitución del capricho y de la intuición al evaluar la información por los métodos científicos.

Es necesario, además, que el historiador exponga, con toda honradez, dónde carece de datos y hace uso de suposiciones para relatar o explicar algún acontecimiento.  Si renuncia a ello rebaja el contenido científico de su obra y dificulta a otros investigadores él aprovecharla para ulteriores avances y en la investigación historiográfica.

En el caso de la Investigación de las Relaciones Iglesias – Estado de 1893 a 1909 la selección de las fuentes – datos – históricos – a noventa y un año después [43]– constituye una responsabilidad científica que exige búsqueda y selección de las fuentes y en función del propósito general de investigación  combinar el análisis jurídico, socio – político, cronológico y religioso para determinar no sólo el ambiente en que se dieron las relaciones Iglesias y Estado, sino de las capacidades y valores que tenían tanto las iglesias (católicas y protestantes) como el Estado Liberal Zelayista.

  • La interpretación

En la investigación y el estudio de la Historia no sólo infiere el concepto de Historia que se está manejando, las fuentes históricas de las que se dispone y el sistema de análisis que se selecciona (Paradigmas Científico), además influyen otros factores como[44]:

  • Observación y análisis: Una vez encontrados los datos buscará la forma de explicarlos, de hallar su concatenación, sus mecanismos internos de causa y efecto.
  • Comunidad Científica Histórica: La escuela o sociedad de Historia a la que pertenece el Investigador o equipo de investigación en Historia, va a condicionar en gran medida el enfoque de la Historia. Así por ejemplo, en una comunidad de investigación histórica marxista el interés estará más centrado en brindar un análisis y explicación de la Historia desde la perspectiva de las luchas de clases. Una escuela perteneciente al interaccionismo simbólico enfatizará la importancia de la Historia en el ámbito de las ideas y valores y de cómo estos interactúan en la vida cotidiana.
  • Investigación Histórica Fundamental e Investigación Histórica Práctica: Por un lado, la investigación histórica fundamental tiene como propósito definir las bases epistemológicas de la investigación histórica, la determinación de las fuentes, los modelos de interpretación histórica, entre otros factores. En tanto, la investigación histórica práctica tiene que ver tanto con la aplicación de métodos de análisis histórico como con la construcción de historias elaboradas, ya para presentar estudios especializados sobre un tema, un período o grupo o para la elaboración de manuales de Historia.
  • El Proyecto Ético Político: Este factor de carácter externo porque tiene que ver con los intereses que a los que se quiere fortalecer, el sector social o amplio al que se quiere beneficiar. En este sentido la investigación puede tener un carácter regional cuando esta orientada a investigar sobre un sector o un carácter global, cuando esta orientada a todos los sectores.

En la presente investigación sobre la Relaciones Iglesias – Estado en Nicaragua de 1893 a 1909, tenemos que admitir:

  • Primero, que nuestra investigación consta con un conjunto de fuentes históricas las cuales hemos seleccionado, analizado y presentamos los resultados de investigación.
  • Segundo, que la comunidad desde donde realizamos la investigación es una comunidad eminentemente protestante abierta a una interpretación más ecuménica, dialógica y pluralista. Por lo tanto, nuestro interés en la investigación esta condicionado por este hecho.
  • Tercero, que la investigación se divide en dos partes, una que tiene que ver con la delimitación de criterios epistemológicos y dos que tiene que ver con una aplicación práctica.
  • Y Finalmente, que el interés sectorial al que está dirigido este trabajo es al sector protestante en primer lugar, y luego a la sociedad Nicaragüense, con el objetivo de contribuir a la toma de conciencia sobre las condiciones en que se insertó el protestantismo a fines del siglo XIX y principios del XX y cómo se definieron las relaciones entre Estado e Iglesias Católicas y Protestantes.

 

  • El problema de la imparcialidad

Siempre, se espera que el historiador proceda en forma imparcial. Y para ello  “Hay que escoger los datos por su importancia, explicar los acontecimientos cómo fueron realmente, y no dejarse influir por las simpatías personales”,  Esta exigencia aparenta una justeza tan evidente que no parece necesaria  fundamentarla. Pero hay que tomar en cuenta:

  • Primero: Hay que ver el origen mismo de la información. En gran parte, los relatos y documentos en que se basa el historiador tienen autor. Y éste forzosamente, tiene ideas, conceptos, simpatías que se expresan en sus escritos. Además cuentan con su educación  su religión, el pueblo al que pertenece, y otros factores. Su  relato  será parcial,  forzosamente, dése o no cuenta de ello.[45]
  • Segundo: El historiador ciertamente no puede ser imparcial, pero esto no le impide utilizar sistemas de análisis apropiados, tanto para el tipo de fuente histórica que tiene ante sí,  como del enfoque de interés que tienen. Esto le será más fácil cuanto más consciente sea su imparcialidad.
  • Tercero: Puede decirse que el historiador, en lo individual o en el trabajo de equipo, con la ayuda de ciencias relacionadas, establece los datos mediante la utilización crítica de los materiales que le proporcionan las fuentes; los analiza y los interpreta,  hasta llegar a obtener una comprensión,  lo más amplia y profunda posible, del objeto de estudio. Todo este conocimiento se somete a la comprobación constante del examen de los hechos y constituye, en forma cada vez más amplia, una verdad objetiva acerca del pasado y del desarrollo de la humanidad.

La presente investigación es menos imparcial en la misma medida en que las fuentes para analizar cómo fueron las Relaciones Iglesias – Estado en el periodo Zelayista son abordadas y discriminadas con enfoques analíticos jurídicos, socio político, cronológico y religioso.

2.6. Las divisiones o periodizaciones

El campo de la Historia es vastísimo: abarca todo el pasado de un grupo humano o de la humanidad.  Su estudio requiere, por ello, forzosamente, de una sistematización en división y subdivisiones.[46]

Pueden señalarse las siguientes formas de dividir la Historia, las distintas clasificaciones no son excluyentes entre sí:

  • Por Grupos Humanos: Existen también numerosos grupos humanos cuyo desarrollo no se identifica con una nación o con una zona geográfica. Un ejemplo de ello es la Historia de la Comunidad Mayagna de la Costa Caribe, La Historia de la Comunidad de Subtiaba y la Comunidad Indígena de Monimbo.
  • Por regiones geográficas: Se trata de la división de la Historia en Universal, Regional, Nacional y Local. Ejemplo de ello es: La Historia Universal (Historia Universal), La Historia de América (Historia Regional), La Historia de Centroamérica (Historia Sub Regional) La Historia de Nicaragua (Historia Nacional), la Historia de la Costa Atlántica (Historia Local)
  • Por temas y actividades: En esta clasificación entra la Historia de la economía, la de la política, de las Relaciones Publicas y diplomáticas, de la sociedad, de la cultura, de las ciencias, de la Religión. Un ejemplo es la Historia de la Economía en Nicaragua. La Historia Política de Nicaragua, La Historia de las Relaciones Públicas, diplomáticas y Consulares de Nicaragua o en el caso Religioso la Historia de la iglesia católica, la Historia de las Iglesias Evangélicas en Nicaragua.
  • Por edades y períodos: La Historia abarca largos períodos, que frecuentemente se extienden a milenios e incluso a decenas de miles de años. Por ello  se ha impuesto desde hace mucho tiempo el establecimiento de etapas que tengan cierta afinidad interna,  para facilitar y metodizar el estudio.  Esto es aplicable tanto a la Historia General,  que estudia el desarrollo de la sociedad humana en todos sus aspectos, como a las historias particulares, ya sean por regiones, grupos o actividades.

Los criterios de División se dividen:

  • Individual o subjetivos: depende sólo del juicio del observador individual, o de elementos importantes para un grupo determinado
  • Científico: se basan en normas más científicas, de carácter objetivo. Es necesario entonces, encontrar un criterio más racional y objetivo para la periodización histórica.

También hay que reconocer que los períodos generalmente no se diferencian en forma tajante en un momento dado, ni siquiera en una misma sociedad.  Características nuevas aparecen antes del fin de una etapa, y las nuevas formas sociales no eliminan  de golpe, nunca, elementos pertenecientes a estructuras anteriores.

El criterio que se adopte no puede sino fundarse en las características básicas predominante en el momento que se estudia.  Se presentan también períodos de transición entre una edad y otra,  en los cuales hay tal interrelación de características de ambas que es difícil o imposible adjudicarlos a una de ellas.

En nuestro caso de Estudio sobre las Relaciones Iglesias y Estado en el período de Zelaya se combinan:

  • Criterio geográfico: Nuestra investigación es predominantemente sobre las Relaciones de la Iglesia Católica y Evangélica y el Estado Zelayista en el Pacifico. Las alusiones a las Relaciones Iglesias Protestantes de la Costa Atlántica y el régimen de Zelaya son parcas.
  • Criterio de Tema y Actividad: Nos interesa en este trabajo abordar las Relaciones Publicas entre el Estado Liberal Zelayista y las Iglesias Cristianas (católicas y protestantes).
  • Criterio de Período: Esta investigación se concentra, primero en diagnosticar los antecedentes o condiciones que existían de las Relaciones Iglesias y Estado de 1821 – 1893 con tomando en consideración el aspecto Jurídico y socio Histórico. Y Fundamentalmente las Relaciones Iglesias y Estado de 1893 – 1909, Época de Zelaya en la Historia de Nicaragua.
  1. 7. La Filosofía de la Historia

Hay una rama de la Historia que no se dedica a la investigación y exposición de los hechos determinados, sino a su interpretación general.  Esta actividad, la filosofía de la Historia, se basa en una correcta sintetización de los conocimientos parciales y en su interpretación.  Aquí es más importante aún que en otros aspectos lo que se haya dicho antes de la imparcialidad y objetividad del historiador.[47]

Con respecto a la Historia del Cristianismo Católico y protestante en Nicaragua, es imposible Realizar una interpretación de lo que estos sean como fenómeno global sin partir de la construcción de una Historia integral de católicos y protestantes. Al no existir una Historia del Cristianismo Nicaragüense con esos caracteres globales, aventurar interpretación sobre los mismos, es no sólo aventurado, sino científicamente irresponsable.

El otro problema es determinar el Criterio filosófico para interpretar la Historia del Cristianismo Nicaragüense. Y aquí no hay que confundir los criterios teológicos con los propiamente filosóficos. Mientras el Criterio Teológico parte de la convicción, el criterio filosófico parte de criterios más racionales. Un ejemplo de ello es que cuando Pixley escribe su Historia de los Bautista desde la posibilidad de que estos contribuyen al Reino de Dios o en el caso de Roger Araica que lo hace con respecto a la posibilidad de que la Historia de la CAM contribuya a los valores del Reino de Dios, estos criterios son más teológicos, de fe y no propiamente filosóficos[48].

Nuestra hipótesis es que el Cristianismo Nicaragüense es un componente Fundamental de la Historia de Nicaragua y que esta última, no podría ser entendida sin presuponer lo que el cristianismo (católico y protestante) implica tanto para la Administración de las instituciones públicas, la toma y la preservación del poder como para la población y sus familias. Pero esto seria un trabajo aparte. De Hecho, la Historia del Siglo XIX en Nicaragua no es sólo la Historia de las leyes, lo político, la economía, la cultura, sino la Historia de las Relaciones Iglesias y Estado. Y es imposible comprender la caída de Zelaya sin tomar en cuenta la oposición católica organizada y el complacimiento protestante con el régimen liberal.

 

Notas

[1] RICARDO PASOS MARCIAG. Nicaraocalli Teote Gueguense. Managua: UCA, 1993, Págs. 13-18.

[2] ELIZABETH FONSECA. Historia, Teoría y Método. –1era.edic-, San José CR: EDUCA, 1989, Págs. 225-264.

[3] ANTONIO GONZÁLEZ. “Hacia una Fundamentación de las Ciencias Sociales” En: Para una filosofía Liberadora. San Salvador: UCA, 1995, pp. 65-84.

[4] AGNES HELLER. Teoría de la Historia. México: Editorial Fontamara, 1989, Pág. 72-189.

[5] Sobre un estudio comparativo del concepto de Historia y del Tiempo en las culturas Mesopotámica, egipcia, hebrea e Islámica Cfr. REYES MATES y Otros. Filosofía de la Historia. Madrid: Trotta, 1993, Págs. 33-46.

[6] ROBERT A. NISBET. Cambio Social e Historia, aspectos de la teoría occidental del desarrollo. Barcelona: 1976, Págs. 03-54.

[7] CORTAZAR, GUILLERMO y VALENCIANO CRUZ. Como Estudiar la Historia. España: Vivens-Vives, 1989, Pag.12

[8] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ.  Como Estudiar La Historia, Op Cit, Pag. 13., BROM, JAN., Para Comprender la Historia, México: Editorial Nuestro Tiempo, 1988, Págs. 20 – 22. 

[9]  Agustín decía: “En la primera época vivían los hombres como niños, sin ley.  En la segunda, recibieron la ley y fallaron; en la tercera les abrió Cristo el camino de la felicidad”. JOHANN FISCHL. Manual de Historia de la Filosofía. Barcelona: Editorial Herder, 1977, Pag. 140

[10] ROBERTO A. NISBET. Op. Cit. Págs. 55-100

[11] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ.  Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 13.

[12]  El problema de esta visión está en dos vertientes, por un lado es una visión teológico filosófico de la historia y por tanto una filosofía de la Historia. Segundo, es una visión dualista de la historia. Y la historia antes de ser interpretada es vivida y realizada socialmente por grupos y personas en un situs y en un locus histórico. Ahora bien, el criterio que uno utilice para interpretar los hechos históricos es ulterior y no primario en el orden del quehacer histórico.

[13] PABLO ANTONIO CUADRA. Breve Historia de la Iglesia en Nicaragua. México: S.E. 1948, Págs. 1-4, JORGE EDUARDO ARRELLANÓ. Breve Historia de la Iglesia en Nicaragua. Managua: Editorial Manolo Morales, 1983, Págs. 9-11, EDGAR ZUÑIGA. Historia Eclesiástica de Nicaragua. Managua: Editorial Unión, 1981, Págs. 17-21.

[14] EL TAYACAN – CEHILA. Historia de la Iglesia de los Pobres. Managua: Tayacan, 1983, Págs. 3, 60-63. ANGEL ARNAIZ.  Historia del Pueblo de Dios en Nicaragua. Managua: Centro Antonio Valdivieso, 1990, Págs. ANTONIO ESQUEVA GÓMEZ. “La Iglesia en la Historia de Nicaragua (1970 – 1980)”. Managua: UCA, 1980, Págs. 1-3.

[15] PIXLEY, JORGE. Por una iglesia Laica, Una historia de los y las –creyentes que se congregan en la Convención Bautista de Nicaragua. Edic. Convención Bautista, 1999, págs. 16-18.

[16] ROGER ARAICA SALAS. Los Hijos de la Misión, Anecdotario de los primeros cien años de la Misión Centroamericana en Nicaragua. Managua: Imprimátur, 1999, pag.18

[17] La insuficiencia de este camino que sigue la visión de PIXLEY y ARAICA es que primero está el criterio de interpretación y luego los hechos. Pues bien, para evaluar las relaciones Iglesias Y Estado se debe partir primero de los hechos y sólo después hacer la interpretación que se quiera.

[18] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 47-64

[19] BROM, JAN.  Para Comprender la Historia, Op. Cit. Pág. 23 –24.

[20] BONALD,  realiza un estudio comparativo entre las analogías del concepto de Institución y Poder en el sistema monárquico y centralista y la visión de institución y poder en la Iglesia Católica. Además, la analogía entre la visión de institución y poder en los gobiernos democráticos o representativos y la visión de poder en el protestantismo. Cf. LOUIS – AMBROISE DE BONALD. Teoría del Poder Político y Religioso. Madrid: Tecnos, 1988, Págs. 127-142

[21] Los analistas en procesos de mediación, negociación, conciliación y arbitraje sostienen que existen dos modelos que sustentan las relaciones entre partes, sean estos estados, instituciones privadas, grupos humanos o  personas: Las relaciones integrativas y las relaciones distributivas. La primera es cooperativa, la segunda es competitiva. En la cooperativa lo fundamental es el acuerdo y el entendimiento. En la segunda, la confrontación y la guerra. Cf. J. FLING. Teoría de la Negociación Internacional. Argentina: Editorial Lemusa, 1993, Págs. 17-25

[22] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 65-84.

[23] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ.  Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 14 – 15.

[24]  ZUBIRI, XAVIER, El problema filosófico de la historia de las religiones. Madrid: Alianza Editorial, 1993, Págs.165-205.

[25] ZUBIRI, XAVIER, Sobre el Hombre. Madrid: Alianza Editorial, 1986, Págs. 584-588

[26] MARÍA ISAURA PEREIRA DE QUIROZ. Historia y Etnología de los Movimientos Mesiánicos. México: Editorial Siglo XXI, 1968, Págs. 19-36.

[27] ZUBIRI, XAVIER, Siete Ensayos de Antropología Filosófica. Madrid: Editorial Alianza, 1986,pags. 130-133

[28] FONSECA, ELIZABHET, Historia, Teoría y Métodos, San José: Educa, 1989, Págs. 25 – 75.

[29] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ.  Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 15- 16.

[30] Para un debate más amplio sobre la función de la historia Cfr. ANTONIO GONZÁLEZ. Introducción a la práctica de la Filosofía. San Salvador: Editorial UCA, 1995, Págs. 277-281. JORGE COROMINAS Y JUDITH RIVAS. Identidad y Pensamiento Latinoamericano. Managua: UCA, 1992, Págs. 95-104 y 190-201. IGNACIO ELLACURTIA. Filosofía de la Realidad Histórica. Managua: UCA, 1990, Págs. 471-598.

[31] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 85-118

[32] Sobre el debate de la estructura de la Historia  Cfr. la obra de: IGNACIO ELLACURTIA. Filosofía de la Realidad Histórica. Op. Cit.

[33] XAVIER, ZUBIRI. El problema filosófico de la Historia de las Religiones. Madrid: Editorial Alianza, 1993, Págs. 65-205

[34] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ.  Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 18.

[35] AUGUSTO COMTE. La Filosofía Positiva. México: Editorial Porrua, 1986, Págs. 14-16.

[36] REYES MATE y Otros. Op. Cit. Págs. 119-137

[37] EQUIPO INTERDISCIPLINARIO LATINOAMERICANO. Teoría y práctica Revolucionaria en Nicaragua. Managua: Ediciones Contemporáneas, 1983, Págs. 416-420.

[38]  EQUIPO INTERDISCIPLINARIO LATINOAMERICANO. Op. Cit. Págs. 420-425.

[39] AGNES, HELLER, Teoría de la Historia, – 3 Edición -. México: Fuentemara, 1988, Pág. 72 – 182.

[40]Cfr. -MADRIGAL MANDIETA LIGIA, La Evolución de las Ideas: El Caso de los Protestantes en Nicaragua (1856- 1925) Managua:                 CIEETS, 1999. Págs. 11-39.

[41] E. ZHUKOV. Metodología de la Historia. Moscú: Editorial CCSS, 1982, pags. 198-225. y ADELAIDA PLASENCIA.  Metodología de la Investigación Histórica. México: Editorial Quinto Sol, 1993, pags. 123-173.

[42]  GUILLERMO BAUER. Introducción al Estudio de la Historia. Barcelona: Casa Editorial, 1970, págs. 324-480.

[43] La presente investigación se presenta en este año 2000, es decir, los hechos históricos de las Relaciones Iglesias y Estado de 1809 a 1909 ocurrieron hace 91 años.

[44] E. ZHUKOV, Op. Cit. Págs. 187 – 197. GUILLERMO BAUER, Op. Cit. Pás. 482 – 496. ADELAIDA PLASCENCIA, Op. Cit.  Págs. 53 – 90.

[45] GUILLERMO BAUER, “Fundamentos Psíquicos de la Investigación Histórica”, Op. Cit.  Págs. 112 – 138.

[46] E. ZHUKOV, Op. Cit. Págs. 136 – 168, GUILLERMO BAUER, Op. Cit. Pás. 139 – 209

[47] GUILLERMO BAUER, Op. Cit. Pás. 31 – 69.

[48] ¿Cuáles son los criterios filosóficos que interpretan la Historia?, En la Historia de la Filosofía de la Historia están: El Cosmos en la antigüedad, Dios en la Edad Media, El Hombre en el Renacimiento, la Razón en la Ilustración, liberación en el Siglo XIX, y el Micro relato en el Siglo XX y post modernidad.

 

 

 

Estándar

Deja un comentario